Cuando un emprendedor comienza a operar su negocio, es muy común que llegue a sentir la presión que la acumulación de trabajo puede traer, y se convierte en un círculo vicioso cuando éste se niega a cooperar con su equipo de trabajo para alivianar la carga.
Es normal que un emprendedor reconozca que su empresa depende de él mismo. ¿Quién conoce los procesos, el producto o servicio, mejor que quien los inventó? Pero cuando las responsabilidades comienzan a superar la misma capacidad que humanamente tiene una persona, entonces se vuelve complicado el proceso de selección para decidir qué proyectos vale la pena continuar y cuáles desechar.
A continuación te presento algunas estrategias que cualquier emprendedor joven puede utilizar para asegurar el cumplimiento de las metas, la elaboración de las tareas para el buen funcionamiento de su empresa:
ORGANIZA TU TIEMPO
Es cierto que un emprendedor puede cambiar sus planes en cuestión de segundos. Una emergencia puede ocasionar que los planes originales cambien. Pero, cuando el empresario tiene su tiempo correctamente organizado, será más fácil reprogramar.
Puedes comprarte una agenda para anotar todos los pendientes de la semana, utilizar la tecnología como ayuda, o contratar a un asistente que ordene tu tiempo. Pero recuerda, un emprendedor que es consciente de su tiempo, tiene el éxito asegurado.
APRENDE A DELEGAR
Sé que a veces confiar en alguien que no entiende nuestra empresa igual que nosotros puede ser costoso, por eso es importante aprender a rodearnos de personas con las capacidades suficientes para llevar a cabo tareas de la misma forma en la que lo haríamos nosotros.
Contratar colaboradores que resalten por las aptitudes que buscamos en alguien para un trabajo, aunque pueda llegar a costar más es una inversión en nuestra empresa. Capacitar al personal para convertirlos en expertos en nuestra empresa también ayudará a adquirir esa confianza.
APRENDE A RENUNCIAR
Si un cliente, proceso, proveedor o colaborador, resulta muy demandante, es importante analizar si realmente su impacto está siendo positivo para nuestra organización. Muchas veces parecería ser lo contrario, pero soltar aquellas cosas que detienen nuestro crecimiento por una sobrecarga de responsabilidad, puede generar un alivio y abrir nuevas oportunidades para la visión de tu empresa.
HAZ UN ESQUEMA ORGANIZACIONAL
Así seas un empresario pequeño sin colaboradores, o tengas una nómina de más de cien personas, dividir las tareas de tu empresa por departamentos, tareas y jerarquía puede ayudarte mucho a definir los procesos y a organizar las tareas pendientes. Si divides tu enfoque y responsabilidades en base a diferentes áreas, es más probable que logres encontrar tiempo y lugar para todos tus pendientes.
Una buena organización es un paso importante para el crecimiento de cualquier negocio. El emprendedor joven debe asegurarse de tener todo bien organizado para lograr cumplir con todas sus metas y objetivos.
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Pablo E. Ricalde es co-fundador de la agencia de marketing Impactel. Es especialista en publicidad, asesor de mercadotecnia y coaching.