
Las conversaciones "constructivas" mantenidas esta semana por el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, el viceprimer ministro chino, Liu He, y el ministro de Comercio del gigante asiático, Zhong Shan, ofrecen un tímido margen para restablecer las negociaciones entre las dos mayores economías del mundo.
El Ministerio de Comercio de China dijo en una breve declaración que las dos partes habían "intercambiado opiniones sobre la implementación del consenso de los líderes de los dos países en la reunión de Osaka, Japón". Por su parte, Larry Kudlow, director del Consejo Económico de la Casa Blanca reconoció que se había hablado sobre una reunión cara a cara, aunque advirtió que no existe una fórmula mágica para cerrar un acuerdo que calificó de "difícil".
Sin embargo, como ya acordaron el presidente de EEUU, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, a finales de junio, el Departamento de Comercio estadounidense continúa adelante con sus planes de permitir que algunas compañías estadounidenses continúen vendiendo componentes a Huawei, el fabricante chino de equipos de telecomunicación que en mayo fue ubicado en una lista negra que frenó el acceso a sus proveedores americanos.
Ross abrió la puerta a licencias para casos en los que "no exista una amenaza para la seguridad nacional
El propio secretario de Comercio, Wilbur Ross, indicó que su equipo emitirá licencias para las compañías estadounidenses que quieran hacer negocios con Huawei siempre y cuando "no exista una amenaza para la seguridad nacional" patria. Un guiño que ofrece algo de alivio no solo al gigante tecnológico asiático sino también a los fabricantes estadounidenses de semiconductores como Intel, Qualcomm o Broadcom.
Paralelamente, la administración de Trump anunciaba que eximirá a 110 productos chinos, entre los que se incluyen equipos médicos, desde los aranceles del 25% que enfrentan actualmente, ofreciendo así un respiro a varias estadounidenses que han dicho que estos gravámenes perjudican a sus operaciones.
EEUU impuso aranceles a las importaciones chinas por valor de 34.000 millones de dólares
La breve lista ofrece una escapatoria a un centenar de bienes que fueron tasados por EEUU como parte de los aranceles que Washington activo a importaciones chinas por valor de 34.000 millones de dólares el pasado 6 de julio de 2018. Estos gravámenes se perfilaron como el primer revés de las tensiones entre ambos países que actualmente somete a gravámenes bienes chinos por valor de 250.000 millones de dólares. Pekín ha respondido con la misma moneda gravando importaciones procedentes de EEUU por valor aproximado de 110.000 millones de dólares.
Las nuevas excepciones anunciadas esta semana por parte de la Oficina del Representante Comercial de EEUU (USTR, por sus siglas en inglés) se suman a las cerca de 1.000 exenciones ya activadas a lo largo del año pasado. El pasado mes mayo, el USTR denegó 5.311 de las casi 13.000 solicitudes de exclusión presentadas por las compañías estadounidenses.
Gao Feng: "Para que las dos partes lleguen a un acuerdo, los aranceles deben cancelarse"
La semana pasada, China presionó a EEUU para que retirase los aranceles que impuso a las importaciones de productos del país asiático para posibilitar un acuerdo definitivo que entierre la guerra comercial que mantienen ambas potencias. "Para que las dos partes lleguen a un acuerdo, los aranceles deben cancelarse. La actitud de la parte china es clara y coherente", según señaló esta semana el portavoz del Ministerio de Comercio chino, Gao Feng.
Gao también valoró la decisión de Trump de quitarle el veto a Huawei, pero indicó que espera que EEUU "implemente este compromiso y deje de usar su poder como estado" y "abandone sus malas prácticas".