
La oposición habla de "año perdido" y el PSC y la CUP piden convocar comicios
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, hizo ayer balance de su primer año de gobierno insistiendo en la petición de un relator para negociar un referéndum con el Estado y evitando concretar si habrá elecciones autonómicas anticipadas, mientras la oposición lo da por descontado y coincidió en definir lo que va de legis- latura como "año perdido".
En rueda de prensa, Torra se mostró ambiguo respecto a un avance electoral: "No tengo planteado convocar elecciones y el objetivo es acabar la legislatura, pero hay un punto de inflexión, que son las sentencias por el 1-O. Queremos buscar una unidad estratégica, como la del 1 y 3 de octubre de 2017". ERC también abogó por seguir adelante, aunque no hay que olvidar que los dos socios de gobierno -JxCat y ERC- viven tensiones internas continuas y pactaron que su unión solo estaba asegurada hasta que el Tribunal Supremo dictase sentencia en el juicio contra los líderes soberanistas, lo que se espera para después de verano.
El líder del PSC, Miquel Iceta, repitió su petición de que "si el Govern es incapaz de gobernar, que deje paso", y afirmó que los socialistas trabajan con la perspectiva de que las elecciones se celebren en el último trimestre de este año o el primero del año que viene. Iceta fue el más exhaustivo en el repaso de los fracasos del Ejecutivo catalán actual, con ejemplos como que el Parlament no ha aprobado ninguna ley a propuesta del Govern; la incapacidad de presentar presupuestos autonómicos para 2019; el aumento de las listas de espera en la sanidad; la mala gestión de los menores no acompañados, y la espera más larga de España para beneficiarse de la Ley de dependencia. También la CUP reclamó elecciones por la "incapacidad" de la Generalitat de "platar cara a la represión del Estado".
Respecto a la ausencia de presupuestos de la Generalitat en 2019, Torra abrió ayer la puerta a presentarlos cuando concluyan los acuerdos postelectorales de las elecciones de abril y mayo, ya que son "los más sociales de la historia y que dotan al país de más recursos que le convienen".
Sobre estos acuerdos postelectorales, instó a la unión de todos los partidos independentistas para lograr el máximo de alcaldías, incluida la de Barcelona, frente a la "operación de Estado" para que la capital catalana no tenga un primer edil secesionista.
Torra ya no hizo ayer referencia a la restitución de Carles Puigdemont -ahora centrado en ser eurodiputado-, y se reivindicó: "Nunca me he sentido presidente provisional ni me lo considero ahora, soy el 131 presidente de la Generalitat con todas las consecuencias".