Economía

Las aseguradoras de EEUU vuelven a ser bombas de tiempo: sus inversiones son demasiado arriesgadas

Foto: Getty.
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Las carteras de las aseguradoras de vida en Estados Unidos vuelven a convertirse en potenciales bombas de relojería. El riesgo dentro de compañías como AIG o MetLife han aumentado sus inversiones de riesgo durante los últimos años a medida que los rendimientos en activos seguros se han desvanecido como consecuencia de unos tipos de interés bajos y una política monetaria que todavía puede considerarse acomodaticia.

Una situación que también se ve perjudicada por las rebajas a la deuda corporativa y otros factores que dejan vulnerables al sector, según advertía la agencia de calificación Fitch.

"Las inversiones en obligaciones colaterales de deuda (CDO, por sus siglas en inglés) han aumentado notablemente en los últimos años y podrían representar un riesgo significativo si las protecciones de los inversores se debilitan en la recta final del ciclo crediticio", avisa la agencia en un informe que titula: La próxima tormenta: Cómo se posicionan las aseguradoras de vida de EEUU para una recesión.

Las obligaciones colaterales de deuda son una forma de titulización en la que los pagos de múltiples préstamos para empresas se combinan y se transfieren a diferentes clases de propietarios en varios tramos. Las aseguradoras han incrementado sus CDO desde la crisis financiera y esto puede resultar problemático en caso de un shock financiero.

Después de examinar los libros de 42 grandes compañías de seguros de vida estadounidenses, Fitch concluye que antes de la crisis, los bonos con calificación una calificación A, una de las mejores notas crediticias, representaban el 69% de las carteras de las aseguradoras. En el tercer trimestre del año pasado, este porcentaje se redujo al 61% mientras que las tenencias de bonos triple B, tan solo un escalón por encima de lo que se consideraría un bono basura o altamente especulativo, han aumentado del 25% al 34%.

En general, Fitch cifra en más de 7 billones de dólares las inversiones en activos de mayor riesgo por parte de las aseguradoras de vida estadounidenses, un aumento de al menos un 16% desde 2007. Si bien la mayoría de las aseguradoras tienen en estos momentos un colchón suficiente para hacer frente a una desaceleración económica moderada, una caída más severa podría reducir sus calificaciones crediticias, avisa Fitch.

Básicamente, las aseguradoras cuentan con una reserva de capital para protegerse contra pérdidas potenciales. Cuanto más riesgo implican las inversiones de una aseguradora, más capital deben acumular. Los reguladores consideran que la deuda de menor calificación tiene un mayor riesgo por lo que si una parte significativa de la deuda en la cartera de una aseguradora sufre rebajas de calificación, la aseguradora necesitará más capital para evitar rebajas en su propio rating y potencialmente evitar una posible intervención de los reguladores.

El propio Fondo Monetario Internacional ya alertó en su Informe de Estabilidad Financiera Global (GFSR, por sus siglas en inglés) en abril de 2016 que las aseguradoras a nivel global se habían vuelto más vulnerables a las fluctuaciones en los precios de los activos en los últimos años.

Con más de 24 billones de dólares en activos globales y pasivos a largo plazo, la institución dejó claro que, ante un episodio de estrés, como una fuerte caída en los precios de los activos, era poco probable que las aseguradoras pudieran cumplir con su función de canalizar los fondos de sus prestatarios, precisamente cuando otras partes del sistema financiero también podrían dejar de hacerlo.

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