Economía

Nuevo sindicato mundial ve conquista de jóvenes como un gran reto

Wanda Rudich

Viena, 3 nov (EFECOM).- Conseguir incrementar la afiliación a los sindicatos, especialmente en muchos países europeos donde se ha reducido en las últimas décadas, y atraer especialmente a los jóvenes son los principales retos de la nueva CSI, según su secretario general, Guy Ryder.

"Tenemos un trabajo que hacer para traer a los jóvenes al sindicalismo", explicó Ryder a Efe, y dijo creer "que muchos jóvenes no encuentran su lenguaje ni sus intereses, en el sentido muy personal, en los sindicatos".

"La nueva internacional va a trabajar en esto, porque reconocemos que tenemos un problema y hace falta respuestas creíbles", insistió.

En su programa, la nueva internacional se propone aumentar sus afiliados, tras décadas en las que el movimiento sindical se ha visto dividido y por diversas razones ha perdido seguidores en muchos países industrializados.

Apuntó que "la pérdida de efectivos es un problema frente al cual tenemos que reaccionar: la primera cosa es que no es en todos los países; en muchos países sí, no tiene sentido negarlo".

"El por qué de esta situación es importante. En gran parte, es el resultado de cambios estructurales en las economías nacionales e internacional. Los sectores donde históricamente han existido fuertes presencias sindicales están disminuyendo en una forma dramática en muchos países", recordó.

"Ya tenemos muy pocos mineros y muy poca industria textil en Europa. En siderurgia, poco. Estos puestos de trabajo no han desaparecido del mundo. Están en China, en otros países donde o el movimiento sindical no existe porque está prohibido o es demasiado débil. Estos cambios estructurales explican en gran parte este problema. Pero hay otras cosas también", añadió.

Así, Ryder reconoció que "no hemos podido instalarnos en los nuevos sectores que han venido reemplazando esos antiguos sectores sindicados", como el de servicios o en las nuevas tecnologías.

Una de las causas que explica este fenómeno, según el experto, es que muchas veces son empresas pequeñas. Hay una gran diferencia entre organizar una planta textil de 5.000 trabajadores o empresas pequeñas de cinco trabajadores.

"Todo eso son obstáculos. Lo que no creo, nunca lo he creído, es que los trabajadores rechacen el sindicalismo. No creo que los trabajadores piensen que el sindicalismo es ya del pasado y no lo necesitamos", subrayó.

Con respecto al resultado que espera ver logrado cuando se celebre el próximo congreso de la CSI, dentro de cuatro años, Ryder destacó que su aspiración "es hacer de esta nueva internacional la herramienta de un nuevo internacionalismo".

"Eso implica que lo nacional y lo internacional, en el mundo sindical, tiene que integrarse. A mí me gustaría, por ejemplo en España, que los compañeros de (los sindicatos españoles) UGT, de CCOO, de USO y de ELA, tomen no simplemente como una responsabilidad su acción internacional".

Porque, a su juicio, hoy mucho de lo internacional viene en un sentido de responsabilidad hacia los demás y es un reflejo de solidaridad.

"No, yo quiero que (los líderes de los citados sindicatos) Méndez, Fidalgo, Zaguirre, Elorrieta, se digan a ellos mismos: esta internacional también nos interesa a nosotros a la hora de la sindicalización, a la hora de la negociación colectiva, contamos con ellos para que nosotros podamos hacer mejor nuestro trabajo".

Concluyó que esto sería "la medida del éxito o del fracaso relativo de la nueva internacional", que ha creado estos días en Viena. EFECOM

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