En lo que se refiere a gestión económica, el ciudadano de a pie suele considerar a las administraciones públicas como una especie de familia a lo grande, con muchos gastos que afrontar, pero también con muchos ingresos. Quizá por ello, se presupone a quienes gobiernan esas administraciones públicas una cierta racionalidad, mayor que la de la de una familia cualquiera. Pero, al menos en lo que se refiere a las previsiones de ingresos, esa racionalidad brilla por su ausencia porque siempre esperan una recaudación mayor que la que en realidad se produce. Y no una vez, sino año tras año.
Los datos de Hacienda indican que esto lleva pasando a los diferentes gobiernos españoles prácticamente desde que empezó la crisis económica. En los últimos diez años, sólo ha habido uno, 2010, en el que la Agencia Tributaria consiguió cumplir la previsión de ingresos que indicaban los Presupuestos Generales del Estado. Y a veces con desviaciones más que notables.
El peor año fue 2009 con un desfase de 45.561 millones entre recaudación prevista y realidad
Otros años a estas alturas ya sabíamos si se cumpliría la previsión de recaudación, ya que Hacienda suele incluir una estimación de la liquidación del ejercicio en los Presupuestos Generales del Estado, pero, como no se han presentado, tendremos que esperar unos meses para ver si cambia la tendencia.
El peor año fue 2009 con un desfase de 45.561 millones de euros entre la recaudación prevista y la realidad, seguido de 2008, cuando la diferencia fue de más de 30.000 millones. Desde entonces, las previsiones presupuestarias han mejorado aunque tanto en 2016 como en 2017, la discrepancia ha vuelto a superar los 7.000 millones de euros.
2019, por mal camino
Por su fuera poco, los ingresos de 2019 también van por mal camino y eso que apenas han pasado de un esbozo. La opinión de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) estima entre los 565 y los 2.000 millones de euros el optimismo del Ejecutivo sólo teniendo en cuenta los cambios fiscales.
Desde que empezó la crisis, la Seguridad Social tampoco ha logrado cumplir sus previsiones de ingresos. En su caso, 2013 fue el peor ejercicio, ya que el desfase entre ingresos previstos y reales superó el 6%, lo que se tradujo en un agujero de más de 7.800 millones de euros. En los dos últimos ejercicios, la ejecución de ingresos de la Seguridad Social ha mejorado hasta situarse por encima del 98% tanto en 2016 como en 2017, aunque por ahora el sistema no ha conseguido rebasar sus previsiones presupuestarias.
Las CCAA también incumplen
Y desde que existen registros conjuntos (2010), tampoco lo han hecho las comunidades autónomas. Según los datos de Hacienda, las comunidades tampoco han cumplido nunca la previsión de ingresos anunciada. Algunos años se quedaron muy lejos, como en 2012, cuando los ingresos fueron un 10% menores de lo previsto, generando un agujero en las cuentas autonómicas de más de 13.000 millones, aunque en la mayoría de los ejercicios el cumplimiento ha rondado el 95%.
El pasado ejercicio ha sido el que más cerca han estado las autonomías de cumplir con su objetivo de ingresos, al quedar sólo 2.775 millones de euros, lo que supone una diferencia de menos del 2% respecto a la previsión presupuestaria.