
Los consumidores estadounidenses llegarán a las rebajas de las próximas fiestas con ganas de venganza. O, mejor dicho, dispuestos a tirar la casa por la ventana en un momento en que los salarios crecen a su mayor ritmo en casi una década.
Según eMarketer, las ventas minoristas totales, que comprenden las registradas entre el 1 de noviembre y el 31 de diciembre, alcanzarán este año los 1,002 billones de dólares por primera vez. Esto supone un incremento de casi el 6% con respecto al año pasado y "el mayor avance desde 2011", de acuerdo con los datos cotejados por esta consultora.
Estas proyecciones se producen en un momento en que las minoristas de ladrillo y mortero convencionales siguen enfrentando problemas por el tamaño de sus operaciones a medida que las ventas online siguen comiendo terreno a las compras tradicionales.
Compañías como Sears y Toys "R" Us se han tenido que acoger a la suspensión de pagos mientras Lowe´s anunciaba esta semana que cerrará 51 establecimientos en EEUU y Canadá. Aún así, se espera que las ventas físicas del sector aumentarán un 4,4% hasta los 878.38 millones de dólares, dando un respiro a las compañías tradicionales.
En un comunicado, Andrew Lipsman, analista de eMarketer, explicó que "mientras que el comercio electrónico continuará experimentando un crecimiento de doble dígito, las ventas de las minoristas de ladrillo y mortero deberían repuntar de forma brillante".
Las ventas online, lideradas por Amazon, continúan ganando cuota de mercado y este año supondrán alrededor del 12,3% de la cifra total de ventas. Las ventas a través de comercio electrónico aumentarán un 16,6% respecto al año anterior, hasta los 123.730 millones de dólares.
Desde la Federación Nacional de Minoristas (NRF, por sus siglas en inglés) esperan que las ventas minoristas en noviembre y diciembre, excluyendo el gasto en gasolina, restaurantes y coches, aumenten entre un 4.3% y un 4.8%. De esta forma, las ventas totales oscilarían entre los 717.450 millones y los 720.890 millones de dólares, en comparación con los 687.870 millones logrados el año pasado, cuando la temporada de ventas navideñas registró un incremento del 5.3% interanual.
Esta patronal justifica sus proyecciones haciendo alusión a la fuerte economía y la confianza del consumidor. "Si bien existe preocupación por los impactos de una escalada en la guerra comercial, somos optimistas de que el ritmo de la actividad económica seguirá aumentando hasta fin de año", recalcó el presidente de la NRF, Matthew Shay, en un comunicado.
Por su parte, el equipo de minoristas y distribución de la consultora Deloitte ponía hace un par de semanas sobre la mesa sus proyecciones que estiman un crecimiento de las ventas de entre un 5% y un 5,6% cuando se comparan con el año pasado. De hecho, la suma total entre los meses de noviembre a enero debería superar los 1,1 billones de dólares.
No sólo eso, Amazon y demás minoristas con operaciones online potentes, estarán de enhorabuena, ya que las ventas digitales engordarán entre un 17% y un 22% frente al 16,6% del año pasado, acumulando entre 128.000 y 134.000 millones de dólares.
"Los indicadores de confianza y gasto del consumidor proporcionan una perspectiva saludable para las minoristas en todos los canales con grandes expectativas tanto para las compañías convencionales como las puramente nativas", recalcaba Rod Sides, vicepresidente de Deloitte y su líder dentro del área minorista y de distribución de EEUU. "Las minoristas continuan avanzando en la gestión de sus pedidos, entregas, experiencias en las tiendas físicas así como el comercio liderado por la tecnología", apuntilló.
No todos son tan halagüeños y observan algún desliz. Es el caso de la consultora IHS Markit que espera que las ventas de las próximas fiestas suban un 4,7%, por debajo del 5,3% del año pasado, que registró su mejor marca desde 2005.
A pesar de la mejora económica que experimenta EEUU, con más de 2,3 millones de empleos y 410.000 millones de dólares de ingresos adicionales desde este año el año pasado, el ritmo de crecimiento en las ventas navideñas será menor por varias razones, según justifican desde IHS Markit. Entre ellas destacan, por el ejemplo, el doble azote de los huracanes Harvey e Irma en 2017, que fueron económicamente más destructivos que el huracán Florence. Como resultado, el esfuerzo de reconstrucción, que el año pasado brindó un mayor impulso en las ventas minoristas, tendrá un menor impacto en el ejercicio en curso.