
En un momento en que EEUU tasa ya más de 253.000 millones de dólares en importaciones chinas y el gigante asiático hace lo propio con el 85 por ciento de los productos americanos que entran en el país, la Casa Blanca parece dispuesta a sentar al presidente Donald Trump cara a cara con su homólogo chino Xi Jinping.
A 49 días de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del G-20 que se celebrará en Buenos Aires, los funcionarios de Trump han informado a Pekín sobre su intención de abrir la puerta al diálogo entre ambos líderes. Una decisión impulsada de nuevo por dos de los miembros más "globalistas" de la administración estadounidense, como son Larry Kudlow, principal asesor económico del presidente, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Sin embargo, este posible encuentro podría verse dinamitado por una escalada de la retórica y las acciones con epicentro en el Despacho Oval. No sólo Trump amenaza con elevar los aranceles del 10 por ciento sobre 200.000 millones de dólares en bienes chinos hasta el 25 por ciento en los primeros compases de 2019 sino que también podría tasar otros 267.000 millones de dólares más en importaciones del país, lo que supondría gravar todos los productos chinos que llegan a EEUU.
De hecho, el republicano aseguró ayer durante una intervención en el programa Fox & Friends de Fox News que su estrategia "ha tenido un gran impacto" en el gigante asiático. "Su economía ha caído de forma muy sustancial y me queda mucho más por hacer si quiero", agregó mientras que rebajó el tono al asegurar que no quiere llegar a ese punto.
Uno de los ases bajo la manga está precisamente en manos del Departamento del Tesoro. Mnuchin ya adelantó al Financial Times que EEUU monitorea "cuidadosamente" la reciente depreciación del yuan, unas declaraciones que coinciden con la publicación la próxima semana del documento en el que su agencia podría denominar a China como un manipulador de su divisa.
"Nombrar a China como un manipulador de divisas no parece ser el próximo paso lógico en este momento", destacaba Michael Cahill, estratega de divisas de Goldman Sachs, en informe a sus clientes distribuido esta semana. "Dicho esto, la continua atención de la administración en esta área significa que no podemos descartarlo", advertía.
China no cumple con los criterios para ser acusado
China no cumple con los tres criterios oficiales del Departamento del Tesoro para ser acusado de devaluar su divisa con fines competitivos pero las declaraciones de Mnuchin, unas elecciones legislativas en ciernes y el hecho que el nuevo acuerdo trilateral entre EEUU, México y Canadá incluyan un capítulo específico en la manipulación cambiaria, hacen pensar que Washington podría mover ficha en este sentido.
Al hilo de este rifirrafe, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, advirtió el jueves sobre los peligros de una guerra comercial o de divisas, y dijo que podrían ser perjudiciales para el crecimiento mundial y perjudicar a los "inocentes".
Respecto a las caídas recientes del yuan, la máxima responsable del Fondo dijo que se debieron principalmente a la fortaleza del dólar.