Las Perspectivas de Crecimiento Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) presentadas por el Fondo Monetario Internacional en Bali, Indonesia, llegan cargadas de claroscuros. Por un lado, la economía global crecerá a un ritmo del 3,7% tanto este año como el que viene, es decir superando el registrados entre 2012 y 2016, sin embargo, los economistas de la institución recortan en dos décimas sus proyecciones si las comparamos con las presentadas en el pasado julio.
En el caso de España, como ya se confirmó la semana pasada, el PIB crecerá un 2,7% en 2018, liderando a las grandes economías avanzadas, sólo por detrás de EEUU. Aún así, dicho porcentaje es una décima menos de lo proyectado hace tres meses y confirma la ralentización de la actividad al que se enfrenta nuestro país.
"Hay nubes en el horizonte ya que el crecimiento ha demostrado ser menos equilibrado de lo esperado", reconocía en rueda de prensa, Maurice Obstfeld, el todavía economista jefe del FMI. Según justificaba, no solo se han materializado algunos de los riesgos ya aventurados por su equipo, sino que también crece la probabilidad de que se aumenten las perturbaciones negativas sobre las proyecciones recién salidas del horno.
Desde el Fondo confirman que el PIB de España despedirá el presente año con un avance del 2,5% en el cuarto trimestre, una tendencia que seguirá debilitándose hasta 2019, cuando se espera que la economía crezca a un ritmo del 2,1% en los tres últimos meses del año. En el conjunto del próximo año, se proyecta un avance del 2,2% para la economía española, sin cambios con respecto a lo anunciado tanto en julio como en abril.
Aún así, se recomienda al Gobierno aprovechar este momento de crecimiento por encima del potencial para reconstruir los colchones fiscales, para poder así cualquier tipo de tensión que pueda producirse en los mercados y los bonos soberanos. Es importante destacar como el Fondo considera que, en cinco años, el avance de la actividad se situará en el 1,7% mientras en el resto de la zona del euro será del 1,4%, limitado por el lento crecimiento de la productividad y una demografía desfavorable.
Además, con una tasa de paro que este año se situará en el 15,6% y el que viene en el 14,7%, sólo superadas por Grecia en el conjunto europeo, el FMI insiste en la necesidad de ahondar de nuevo en la reforma laboral. "En España, la agenda de reforma estructural, que tiene como objetivo aumentar la eficacia de las políticas activas del mercado laboral y reducir la segmentación del mercado, necesita un nuevo impulso", señala el WEO.
Políticas "insostenibles" a largo plazo
Fuera de nuestras fronteras, Obstfeld advierte que, en varias economías clave, el crecimiento se asienta sobre políticas "insostenibles" a largo plazo, de ahí que se urja a los respectivos gobiernos a actuar. Entre ellos se encuentra la administración del presidente de EEUU, Donald Trump, a su vez, principal donante de esta institución.
"El crecimiento en EEUU, impulsado por un paquete fiscal procíclico, continúa a un ritmo robusto y está impulsando las tasas de interés", destacaba el también director del Departamento de Análisis del FMI, quien incidía en que este avance disminuirá una vez que se inviertan partes de su estímulo fiscal. "A pesar del actual impulso de la demanda, hemos rebajado nuestra previsión de crecimiento para EEUU en 2019 debido a los aranceles recientemente promulgados en una amplia gama de importaciones de China y las consecuentes represalias chinas", aclaraba Obstfeld.
Si la mayor economía del mundo crecerá este año un 2,9%, las perspectivas para el próximo año se reducen en 0,2 puntos porcentuales hasta el 2,5%. En su conjunto, las economías avanzadas verán como el avance este año será del 2,4%, una décima menos que lo esperado la pasada primavera, mientras en 2019, el avance será del 2,1%, también una décima menos de lo previamente estimado, incluidas las rebajas en la zona del euro, el Reino Unido y Corea del Sur.
El FMI reduce el crecimiento para China en 2019, cuando el gigante asiático crecerá un 6,2%, dos décimas menos de lo esperado en verano. "Es probable que las políticas nacionales de China eviten una disminución del crecimiento aún mayor que la que proyectamos, pero a costa de prolongar los desequilibrios financieros internos", alertaba Obstfeld.
Revisiones a la baja para los emergentes
Las revisiones negativas para los mercados emergentes y las economías en desarrollo son más severas, de 0,2 y 0,4 puntos porcentuales, respectivamente, para este año y el próximo. Estas revisiones también son geográficamente diversas, e incluyen importantes economías de América Latina (Argentina, Brasil y México), Europa emergente (Turquía), Asia meridional (India), Asia oriental (Indonesia y Malasia), Oriente Medio (Irán) y África (Sudáfrica): aunque Nigeria, Kazajstán, Rusia y Arabia Saudita se encuentran entre los exportadores de petróleo que se beneficiarán del aumento de los precios del crudo. En términos generales, sin embargo, "vemos signos de menor inversión y manufactura, junto con un crecimiento más débil del comercio" recalcó el economista jefe del Fondo.