Los 28 líderes de la UE se reunirán hoy y mañana en Salzburgo (Austria) en una cumbre informal de la que no se esperan conclusiones ni tampoco muchos progresos. Porque sobre la mesa tendrán esta noche el asunto migratorio, el tema que más divide a los Estados miembros, y mañana la salida del Reino Unido del bloque comunitario.
En el caso del Brexit, la falta de acuerdo no cae del lado de la Unión sino de Londres. La primera ministra británica, Theresa May, tiene dificultades para unir incluso a su partido en torno a los asuntos pendientes del divorcio.
El timonel de las cumbres, el presidente del Consejo Europeo Donald Tusk, advirtió ayer que "el escenario de no tener un acuerdo [entre la UE y Londres] es todavía posible". "Pero si todos actuamos con responsabilidad, podemos evitar una catástrofe" antes del Brexit, indicó en la carta enviada a los líderes en la víspera de la cumbre.
Se espera que en el almuerzo de mañana los líderes expresen su opinión sobre la propuesta británica para la futura relación, que Bruselas consideran como un punto de partida insuficiente por los privilegios que Londres solicita.
Antes de esa discusión, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE discutirán sobre el estado de las propuestas legislativas en materia migratoria, incluido el refuerzo del Cuerpo Europeo de Guardias de Fronteras y de Costas con más poderes y hasta 10.000 agentes.
Fuentes diplomáticas informaron que durante el debate de esta noche se espera que un par de Estados miembros informen sobre recientes acontecimientos en materia de llegadas, por lo que Italia y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, podrían actualizar sobre lo sucedido el pasado verano.
La cumbre llega además tras la visita de Tusk y el primer ministro austriaco, Sebastian Kurz, a Egipto, Tusk sugirió en su carta reforzar la cooperación con El Cairo para luchar contra la inmigración ilegal, a pesar de las críticas constantes de las organizaciones de derechos humanos al Gobierno de Al-Sissi.