El 37,3% de los más de dos millones de contratos inscritos en los servicios públicos de empleo durante el mes de julio tenían una duración igual o inferior a un mes. Pero más relevante es todavía que del total de los contratos, un 25%, tenían como fecha de caducidad un periodo inferior a la semana, según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
En total, en julio se registraron 779.679 contratos con una duración igual o inferior al mes y, de ellos, 515.220 contaban con una duración inferior a la semana.
El 4,4% de los 2,2 millones que se rubricaron el mes pasado presentaban una duración de entre una semana y 15 días y el 8,3% tenía una duración de entre 15 días y un mes.
Si analizamos los datos registrados desde enero, podemos observar que el porcentaje de contratos con una duración igual o inferior a un mes varía muy poco. Solo en los meses de abril y mayo, en los que influye la Semana Santa, el porcentaje aumentó ligeramente, registrándose en mayo un repunte del 40% de estos contratos, superando a los meses de verano.
Sucede lo mismo con los contratos de menos de siete días, que se mueven en porcentajes bastante similares a lo largo de los distintos meses del año, representando habitualmente uno de cada cuatro contratos que se firman cada mes. El dato más elevado se registró en mayo, con un 30,2%.
Con entre uno y tres meses de duración se efectuaron 314.747 contratos en julio (el 15,1%), mientras que los contratos de entre tres y seis meses sumaron 117.048 (el 5,6% del total). De entre seis y doce meses de duración se registraron 27.213 contratos (el 1,3%), en tanto que 7.255 contemplaban una duración superior al año (el 0,3% del conjunto de contratos).
Sólo un 9,1% de los contratos en julio fue indefinido, lo que equivale a 190.151 contratos, dato parecido al resto de meses del año 2018. Los contratos de duración determinada ascendían a 650.562.
Si sumamos todos los contratos de julio, la duración media de los mismo fue de 49,81 días, dato muy similar al de julio de 2017, que fue de 49,45 días. Ambas cifras quedan lejos del máximo de 73,8 días alcanzado en julio de 2006, entre los años 2006 y 2008, la duración media de los contratos que se firmaban en julio superaba los 72 días.
