Economía

¿Existen los trabajadores incompetentes?

Foto: Dreamstime.

Hablar de incompetencia es siempre delicado, pero existe y está presente día a día en nuestro entorno y en cada ámbito de nuestra vida. Y perjudica enormemente a los empleados o compañeros que hay alrededor. Pero es necesario para mejorar y resolver los posibles casos de incompetencia.

Podemos encontrar incompetentes en el puesto más bajo de una estructura laboral hasta en el más alto de los cargos ejecutivos de la empresas. Hay que diferenciar siempre entre quien no sabe pero quiere aprender, y los que demuestran una notable incapacidad y falta de interés por mejorar y desarrollarse. Es decir, el competente en potencia a falta de formación o experiencia, y el incompetente confirmado.

Sócrates ya dijo que el principio de todo aprendizaje está en el reconocimiento de la propia ignorancia y es que negarse a admitir que uno no está a la altura de lo que le están pidiendo a pesar de los múltiples avisos es la primera gran incompetencia que da cancha a las demás y niega la misma posibilidad de aprendizaje. Además cualquier persona puede ser un incompetente si está en un trabajo que no encaja con su perfil.

Cualquier persona puede ser un incompetente si está en un trabajo que no encaja con su perfil.

"Un trabajador puede ser válido en un puesto o actividad y ser un inútil en otra. Es más, un empleado puede desarrollar de manera excelente su trabajo en una empresa y no en otra donde los valores, las exigencias y las maneras de hacer sean diferentes, y eso lo vemos a diario", explica Paco Muro, presidente de la multinacional Otto Walter.

Detectar a un profesional incompetente no suele ser complicado, cuando surgen dudas a la valía de una persona surgen las primera señales de alarma. Muro, asegura que "con las personas competentes no hay dudas: funcionan y responden desde el principio, y mejoran apenas les indicas lo que deben corregir o modificar para progresar". El problema surge a menudo porque quien eligió a esa persona no asume su equivocación y falta de acierto al elegirla. "Problema que se agrava si coinciden dos incompetentes: el que no encaja en el trabajo y el que lo mantiene ahí sin hacer nada." Añade el presidente.

Sin embargo , hay que tener cuidado y saber diferencias perfectamente entre los dos tipos de incompetencia, la de falta de formación o experiencia o el incompetente confirmado. En el primer caso hay que dar la oportunidad de aprender, todos tenemos algo que aprender siempre y nadie nace sabiendo. En el caso de que o mejore habiéndole brindado oportunidades, feedbacks y apoyos suficientes hay que tomar la decisión justa.

Antes de tomar la decisión es preciso asegurar de que se está actuando correctamente, a través de algunas preguntas como ¿se le ha explicado de manera clara lo que debía hacer?, ¿ha recibido ayuda o colaboración cuando lo ha necesitado?, ¿ha preguntado sus dudas y alguien se las ha resuelto?, ante los primeros desajustes, ¿se ha dedicado tiempo a enseñar al trabajador cómo debía hacer su cometido?, si hubo fallos reiterados, ¿se ha corregido después de forma adecuada y con firmeza haciéndole saber lo que debía hacer y lo que estaba haciendo mal o de manera insuficiente?, ¿seguro que no hay incompetencias organizativas que hacen que esta persona no encaje?.

Las respuestas a este listado permitirán decidir qué hacer, y en el caso de que sea conveniente prescindir del trabajador incompetente, aportarán la legitimidad moral necesaria para tomar la decisión de coherencia, justicia con los demás y fortaleza.

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