La Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) vuelve a salir en defensa de la vivienda turística y se posiciona de nuevo en contra de las regulaciones regionales y municipales que quieren frenar el desarrollo de plataformas como Airbnb o HomeAway.
Mientras que la semana pasada recurría la normativa en esta materia de Madrid, San Sebastián y Bilbao, ahora el superregulador ha presentado un informe en el que asegura que el crecimiento de la vivienda de uso turístico ha tenido efectos positivos en "términos de precios, variedad, calidad, flexibilidad e innovación en los alojamientos turísticos, que afectan tanto a los operadores tradicionales como a los nuevos operadores y benefician a los consumidores".
De este modo, mientras han sido muchos los expertos que apuntaban a que la proliferación de los pisos turísticos estaba provocando una burbuja en los precios en el centro de ciudades como Madrid o Barcelona, la CNMC considera que "no existe evidencia de una relación directa y exclusiva entre la oferta de viviendas turísticas y el precio de las viviendas" tanto en compra como en alquiler.
Competencia va más allá y apunta que "si no hubiera crecido la oferta de viviendas turísticas, se habría producido un mayor incremento de la construcción de hoteles y edificios de apartamentos turísticos para atender a la demanda de alojamiento de turistas, lo cual supondría detraer viviendas de residentes para dedicarlas íntegramente al alquiler turístico, con efectos sobre el precio de la vivienda".

Además, considera que el crecimiento de los pisos turísticos, al que se refiere como "una verdadera revolución en el mercado del alojamiento turístico", ha intensificado la competencia para los establecimientos tradicionales (hoteles, hostales, apartamentos), "propiciando menores precios y mejoras de la calidad del conjunto de los alojamientos".
En este sentido, apunta que se ha favorecido "la accesibilidad para algunos usuarios que, de otra forma, no viajarían por no poder costearse un alojamiento de mayor precio" y también permite a los clientes acceder a viviendas singulares por su ubicación o características.
La CNMC asegura también que el impulso de este mercado contribuye a "recuperar barrios tradicionalmente degradados en los centros urbanos, y tiene un efecto positivo de arrastre sobre el comercio local y sobre el turismo".
Con todos estos argumentos positivos el regulador defiende a la vivienda de uso turístico (VUT) frente a las "restrictivas" normativas que se están implantando en las distintas comunidades autónomas y también de ayuntamientos como el de Madrid, que con su última propuesta quiere reducir en un 95% el volumen de pisos turísticos del centro de la capital, al prohibir las viviendas que no tengan un acceso independiente desde la calle
El organismo pide una regulación más unificada y que elimine restricciones como las moratorias en la concesión de licencias
Según la CNMC, regulaciones como ésta "restringen la oferta y la capacidad de competir de las VUT y, por ello, son perjudiciales para consumidores, ciudadanos y para la economía en su conjunto".
El informe, presentado el lunes, muestra la gran disparidad de regulaciones sobre esta materia, que "al no respetar los principios de necesidad y proporcionalidad, no responden a verdaderos problemas específicos del territorio y, de esta manera, incrementan la fragmentación del mercado y la inseguridad jurídica de ciudadanos, usuarios y operadores, dificultando el alquiler turístico y perjudicando el bienestar general".
Por ello, cree que se deberían unificar criterios y eliminar "restricciones especialmente graves" en la regulación existente como las moratorias en la concesión de licencias y su prohibición, así como la zonificación de las ciudades. Asimismo, también ve graves el establecimiento de cupos por zonas, la prohibición de alquilar habitaciones, la limitación de la duración de la estancia, el establecimiento de tamaños mínimos o la regulación de los precios de los alquileres.
Los hoteleros también se benefician
En su informe, la CNMC apunta que las viviendas turísticas favorecen la generación de rentas a favor de particulares, pero también destaca que "los operadores de establecimientos tradicionales", como pueden ser cadenas hoteleras, se han beneficiado de los nuevos modelos de prestación de servicios, ya que, en muchos casos, "son ellos quienes identifican una oportunidad en la economía colaborativa, participando en algunas de las nuevas plataformas o creando otras nuevas con las que puedan diversificar su oferta entrando en dicho negocio".