
La coyuntura financiera de los ayuntamientos españoles arroja muchas luces, pero también algunas sombras. Si bien los consistorios han demostrado su compromiso con los objetivos de estabilidad presupuestaria impuestos por el Gobierno, con una previsiones que apuntan a un superávit del 0,6% a cierre de año, existen casos que ponen en riesgo el buen desempeño económico de estas administraciones, y que están lejos de mejorar como el caso de Cádiz, Huelva y la periferia de Madrid, donde se encuentra la mayoría de las corporaciones locales más endeudadas.
El Informe Complementario de Cumplimiento sobre los objetivos anuales de déficit que elabora la Airef indica que pese a mantenerse la senda de superávit, este será un 20% menor que en el pasado año en los 21 consistorios de mayor tamaño del país. Más allá, si se depuran operaciones no recurrentes del acuerdo de mayo de 2017 de la Comisión Mixta del Concierto Económico del País Vasco por regularización de ejercicios anteriores y la operación del Consell de Mallorca en construcción de infraestructuras la caída del superávit se sitúa en el 15%.
Sin embargo, estas cifras, aceptables dentro de un periodo de recuperación de una crisis económica en el que tanto comunidades autónomas como corporaciones locales han soportado los mayores ajustes presupuestarios siendo responsables de la mayor parte de reducción del déficit del conjunto de las administraciones públicas, esconden graves problemas financieros en algunos ayuntamientos poniendo así en riesgo el balance de este subsector.
Este es el caso de un grupo de consistorios seleccionados por la Airef que tienen problemas consolidados de sostenibilidad a medio y largo plazo. Según el organismo independiente, con las cifras actuales, el análisis muestra que todos los ayuntamientos de este grupo han mantenido su posición de riesgo, si bien los ayuntamientos de La Línea de la Concepción, Totana, Ayamonte, Alcorcón y Cuenca, de llevar a efecto y consolidar las políticas contempladas en sus escenarios de 2018, tardarían más tiempo en retomar una situación contable y financiera sostenible.
Sin embargo, en las conclusiones de la Airef se muestra como 9 de los 18 ayuntamientos más inestables mantienen el nivel de riesgo de quebrar la sostenibilidad de sus cuentas, otros dos se encuentran aún peor que en la entrega del anterior informe (Jaén y Parla) y que además están dentro del grupo de riesgo crítico, y solo 7 de ellas muestran algún tipo de mejoría de cara a los próximos meses.
En este sentido, la Airef observa un riesgo alto de bancarrota en las corporaciones locales de Algeciras, Gandía, Línea de la Concepción, Aranjuez, Totana, Navalcarnero, Isla Cristina y Ayamonte (ver gráfico). Además, Jerez de la Frontera, Parla y Jaén registran un riesgo crítico. En mejor lugar y con unas perspectivas más halagüeñas quedan las localidades en riesgo moderado, entre las que se encuentran Alcorcón, Valdemoro, Sanlúcar de Barrameda, San Andrés del Rabanedo y Almonte, mientras en el grupo de riesgo bajo quedan los ayuntamientos de Granada y Cuenca, siendo la primera de ellas el único consistorio que muestra una mejora sustancial.
Riesgo de desfase en gastos
Además, dentro de las 21 corporaciones locales más grandes, la Airef observa un riesgo alto de incumplimiento del objetivo de superávit por el Plan Económico Financiero para 2018 del Ayuntamiento de Madrid -cabe recordar que su superávit supone una sexta parte del total de las coporaciones locales-, además de peligrar la regla de gasto en los consistorios de Barcelona, Córdoba, L'Hospitalet de Llobregat y el Cabildo Insular de Tenerife.
Así, para evitar futuros riesgos y desajustes la Airef aboga por reforzar el marco fiscal en el medio plazo y realizar previsiones presupuestarias dentro de la "coherencia" y la "credibilidad".