
Tras el mazazo que para el Gobierno supuso que su propuesta de senda presupuestaria y techo de gasto para los próximos años solo obtuviese el voto positivo de PSOE y PNV en su primera vuelta en el Congreso, el Ejecutivo prepara el contraataque.
Pedro Sánchez, el presidente, ya ha puesto en marcha los mecanismos para iniciar las negociaciones con los grupos parlamentarios que le prestaron su apoyo en la moción de censura de hace dos meses para que la propuesta socialista supere el trámite en la Cámara Baja, aislando a Ciudadanos y particularmente al Partido Popular, que tendría que asumir la responsabilidad de vetar el techo de gasto propuesto y el relax fiscal que supone para 2019 (el objetivo de déficit pasa del 1,3% de PIB al 1,8%) en el Senado, donde tiene mayoría absoluta.
Esta negociación ha sido confirmadas por fuentes relacionadas con el Gobierno, que indican que las últimas declaraciones de Sánchez ya sugerían esta intención. De hecho, tanto en su intervención tras el último Consejo de Ministros como tras el despacho con el Rey Felipe VI de este lunes, el líder del Ejecutivo indicó que esperaba que su senda recibiera el visto bueno en la Cámara Baja, y que las formaciones "antepongan los intereses de los ciudadanos a los intereses partidarios".
Esta estrategia se mueve de forma paralela a otra idea que Sánchez deslizó: la posibilidad de cambiar la Ley de Estabilidad Presupuestaria para que el objetivo de déficit no tenga que recibir la autorización final del Senado.
Pero la negociación para superar el trámite del Congreso se antoja difícil. Sin apuntar en ninguna dirección en particular, María Jesús Montero, ministra de Hacienda, ya indicó que muchas de las exigencias de los partidos para respaldar la senda no eran aceptables, puesto que suponían exceder los límites pactados con Bruselas.
Podemos trabaja en una propuesta concreta sobre la senda de estabilidad que se enviará pronto al Gobierno
Este fue el caso de Unidos Podemos, a día de hoy el principal socio del PSOE en el Congreso, que pidió elevar el techo de gasto tres veces más de que propuso Montero (15.000 millones contra los 5.230 millones que llevó la ministra de Hacienda a las Cortes). Con todo, desde Hacienda han indicado a elEconomista que, precisamente, el techo de gasto que en septiembre acompañará a la senda de estabilidad sí que podría modificarse, lo cual dota de algo de margen de negociación al Ejecutivo. En cualquier caso, fuentes de la formación morada indican que están trabajando en una propuesta concreta respecto a la senda de estabilidad que se enviará pronto al Gobierno.
Más peliaguda va a ser la negociación con las fuerzas independentistas catalanas, que en el Congreso representan ERC y PDeCat. Especialmente en el caso de la formación cuyo líder espiritual es el exiliado Carles Puigdemont y que ya ha avisado de que sus apoyos no van a ser gratuitos para lo que queda de legislatura.
16.000 millones de euros
Si finalmente el Gobierno de Pedro Sánchez se tiene que adaptar a la senda de estabilidad aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy, sus planes económicos para 2019 habrán de sufrir una drástica reducción que María Jesús Montero, ministra de Hacienda, cifra en un equivalente al 1,4% del Producto Interior Bruto (PIB), unos 16.000 millones de euros.