
Las contradicciones empiezan a ser numerosas en el seno del Gobierno. A pesar de que María Jesús Montero, ministra de Hacienda, ha señalado e informado a las comunidades autónomas por activa y por pasiva de que la reforma de la financiación autonómica no se podría aprobar antes de que terminara la legislatura, Pedro Sánchez, presidente del Ejecutivo, ha cambiado el discurso gubernamental.
Sánchez, tras su despacho con el Rey Felipe VI celebrado el lunes en el Palacio de Marivent, en Mallorca, aseguró que su Ejecutivo no se opondrá a aprobar una "renovación total" del modelo de financiación autónomica antes de las próximas elecciones regionales, en mayo de 2019, es decir, en menos de un año. "Si pudiera ser este Gobierno no va a decir que no".
Eso sí, para ello, antes las propias autonomías tienen que estar dispuestas a llegar a un acuerdo y desarrollarlo, y Sánchez dio a entender que no cree que esto sea posible en un plazo de tiempo tan corto. "Hay que ser realistas", indicó refiriéndose a esta cuestión.
Insiste en el 'nuevo' déficit
No es la primera ocasión en la que el presidente del Gobierno contradice los anuncios de su equipo económico. La semana pasada, Sánchez ya había refutado a Montero afirmando que esperaba que la propuesta de déficit gubernamental fuera aprobada por el Congreso y el Senado en segunda vuelta en septiembre (cuando se tropezará con el veto del Partido Popular en la Cámara Alta), a pesar de que la ministra de Hacienda afirmó que ya no tenía esperanzas al respecto y que estaba elaborando los presupuestos de 2019 con la senda de estabilidad aprobada en tiempos de Mariano Rajoy.
En esta ocasión, el presidente volvió a reiterar que su propuesta "mejora mucho" la situación económica de las Administraciones Públicas y "daba oxígeno" a las regiones, unos 2.500 millones de euros, concretamente. Por ello, deseó que, cuando se vuelva a votar la propuesta en Congreso y Senado en la segunda vuelta a la que obliga la Ley de Estabilidad Presupuestaria, los grupos parlamentarios "que gobiernan en algunas autonomías y ayuntamientos" tengan esto en cuenta y "antepongan los intereses de los ciudadanos a los intereses partidarios".
Otras medidas
En cualquier caso, Sánchez afirmó que aunque se tenga que volver a la senda popular, su Ejecutivo mejorará la financiación de las autonomías en 2019 tal y como se ha venido anunciando.
Por un lado, con un incremento de los recursos del 4% (hasta los 108.058 millones de euros). Por el otro, con medidas para relajar su situación económica. Entre ellas, la reestructuración de la deuda, una posibilidad que está generando fricción y polémica entre las regiones, sobre todo en aquellas de signo socialista.