El Gobierno de Pedro Sánchez insiste en que será posible contar con unos nuevos Presupuestos incluso si el Congreso, este viernes, o el Senado, donde el PP cuenta con mayoría absoluta, vetan los nuevos objetivos de estabilidad y el techo de gasto.
El Ministerio de Hacienda lanzará las Cuentas Públicas con la senda de déficit anterior y tendrá que ceñirse a un límite del 1,3% para 2019 frente al 1,8% que arrancó de Bruselas. El desfase, de 6.000 millones, tendrá que ser justificado con nuevas medidas tributarias y mayores previsiones de ingresos.
¿Qué se vota exactamente?
El techo de gasto, establecido en la Ley de Estabilidad Presupuestaria, no se vota como tal. Lo que se somete este viernes al veredicto del Congreso es la nueva senda de estabilidad fijada por el Ejecutivo en Consejo de ministros, que imponía un límite de déficit de las Administraciones del 1,8% para el próximo año (0 los municipios, 0,3 las autonomías, 0,4 el Estado y la Seguridad Social) y un objetivo de deuda del 96,1%. En el pack se incluye el incremento del límite de gasto no financiero en un 4,4%, hasta los 125.000 millones de euros.
¿Puede salir adelante este viernes?
El Ejecutivo lo tiene complicado en el Congreso, pero no imposible. Podemos y PNV han evitado pronunciar el sentido de su voto hasta el viernes, si bien podrían inclinarse por dar una tregua a Sánchez y Montero. Más complicado parece el respaldo del PdeCAT, echado al monte desde el Congreso del fin de semana pasado en el que Carles Puigdemont colocó a sus afines. Si finalmente Moncloa logra una mayoría similar a la que derribó a Mariano Rajoy, el texto llegará al Senado.
El Senado lo vetará
Y en la Cámara Alta será donde el nuevo PP frene la senda de déficit y el citado techo de gasto, tal y como ha hecho saber el presidente de los populares, Pablo Casado. El proyecto será devuelto entonces al Gobierno, que tendrá un mes para reelaborar uno nuevo, aunque por las declaraciones del principal partido de la oposición parece que cualquier iniciativa que salga de manos de Sánchez quedará en agua de borrajas si pasa por la Cámara Alta.
¿Se frenan las Cuentas?
No. La vicepresidenta Carmen Calvo, y también Hacienda, han hecho saber que los Presupuestos se presentarán en el Congreso independientemente del veto a los límites de gasto, déficit y deuda. "Iremos con la senda antigua", advierten. El 1,3% que en su día pactó Cristóbal Montoro con Bruselas volverá a primar. Las autonomías tendrán dos décimas menos de margen y un límite del 0,1%, algo de lo que Hacienda podrá responsabilizar directamente al PP, y la Seguridad Social tendrá que bajar su desvío del 1%, algo en lo que casi nadie confía (y menos con una revalorización de pensiones del 1,6% prevista para el año que viene). El techo de gasto volverá por debajo de 120.000 millones. como ha sucedido este año.
Posibilidad de ir a la Justicia
Puede terminar sucediendo que la Mesa del Congreso, donde los populares componen la mayoría con Ciudadanos, frene la intención de que las Cuentas se presenten, aludiendo al artículo 15 de la Ley de Estabilidad Presupuestaría, en el que se fija la necesidad de contar con techo de gasto. El Ejecutivo podría acudir entonces al Constitucional a tratar de resolver el contencioso.
¿Y si la Mesa no frena los PGE?
Si la Mesa decidiese tramitar la iniciativa, los de Sánchez volverán a necesitar una mayoría similar a la que usaron en la moción de censura, y conciliar subidas de gasto e impuestos con partidos abiertamente contrarios a ello, como el PNV y el PdeCAT. Además, tendrá que esconder los casi 6.000 millones de desvío presupuestario entre la senda fiscal previa y la que ha lanzado Montero. ¿Cómo? Con mayores previsiones de ingresos e impuestos.