La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confirmó este jueves, durante la celebración del Consejo de Política Fiscal y Financiera, que estudia una quita de la deuda autonómica a través del alivio de intereses y la ampliación de plazos, idea que ya barajaba su predecesor, Cristóbal Montoro. Esa reestructuración a la griega incluirá, además, una novedad: algunas regiones en especial dificultad, como Cataluña y Valencia, podrán beneficiarse de una conversión de pasivo a corto plazo en préstamos a largo que en principio asumiría el Estado.
Según indicó Montero en la rueda de prensa posterior al encuentro con las autonomías, la reestructuración de la deuda es una de las medidas que se están analizando en el marco de los trabajos de la reforma de la financiación autonómica. Aunque no pone un plazo para su ejecución ("cuanto antes"), sí aseguró que se ejecutará de manera igualitaria para todas las regiones. "No habrá ninguna fórmula bilateral".
Montero también avanzó que se van a poner en marcha medidas para que todas las comunidades autónomas se puedan beneficiar de los nuevos objetivos déficit. De esta manera, indicó que se "flexibilizará" la regla de gasto para las cumplidoras y que aquellas que tengan superávit podrán emplearlo en su propia financiación.
No pasa de largo que Cataluña es la región con más problemas de deuda, ya que debe a sus acreedores 77.500 millones, 4.500 de ellos de manera casi inmediata. El Ejecutivo trata de reencauzar con el nuevo Govern de Quim Torra las relaciones, por lo que un gesto de este tipo entraría dentro de la estrategia de distensión que favorece la Moncloa para calmar el procés. Pero con esas medidas de alivio Hacienda también favorecerá a la socialista Comunidad Valenciana, que acumula el mayor problema de pasivo sobre PIB (más del 40%), y que tiene compromisos a corto plazo por valor de 2.000 millones.
Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía también saldrían enormemente favorecidas por las medidas de gracia de Hacienda, que perjudicarían más a Madrid y Canarias, habituales cumplidoras de las reglas fiscales y con poco pasivo a las espaldas.
El premio a las autonomías que menos respectan la disciplina fiscal se complementa con la cesión de dos décimas de margen adicional de déficit, 2.400 millones extra que los gobiernos podrán utilizar como munición electoral en un ejercicio, 2019, con comicios autonómicos. A pesar de estas ventajas, algunas regiones socialistas incluso esperaban incrementar el margen concedido -se pasa del 0,1 al 0,3%-. La votación de las dos décimas de margen con el desvío, de hecho, arrojó gran desigualdad: ocho votos en contra (de las autonomías del PP, Canarias, Ceuta y Melilla), ocho a favor (incluyendo el del Estado) y una abstención sorpresiva: la de Valencia.
En cambio, la flexibilización de la regla de gasto, reclamación llevaron bajo el brazo las regiones cumplidoras, se quedó, por lo pronto, en agua de borrajas, pese a que sí se anunció para ayuntamientos. "Dejaríamos de percibir 600 millones de no flexibilizarse esa regla. Planteamos que sea territorializada, adecuada a cada una de las regiones", indicó Rosa Dávila, consejera de Canarias, que también se mostró crítica con el mayor margen de déficit, "que beneficia a Cataluña y Comunidad Valenciana".
Pilar del Olmo, de Hacienda de Castilla y León, coincidió con este punto de vista y recordó que lo que hace falta a su región y al resto son "más ingresos para financiar el modelo de bienestar. No queremos más deuda, sino que se reforme el modelo de financiación".
Críticas a la bilateralidad
Como ya era conocido, este Consejo General de Política Fiscal y Financiera se ha celebrado con una notable ausencia: la del responsable de la hacienda catalana, Pere Aragonés. Este vacío fue denunciado por los representantes autonómicos, particularmente los del PP. "Está claro, es un desprecio", indicó Fernando de la Cierva, consejero de Hacienda de Murcia. "No valen reuniones bilaterales que generen desconfianza", consideró por su parte, Engracia Hidalgo, responsable de las cuentas de Madrid. "Es fundamental que se siga manteniendo la solidaridad, no puede ser que el sistema no sea equitativo".
Por otro lado, y respecto a la posibilidad de que se coordine la tributación de las comunidades autónomas (sobre todo dada las grandes diferencias existentes en la aplicación de impuestos como es el caso de Sucesiones y Donaciones), Montero se encontró con oposición de varias regiones, al menos mientras esta alternativa llegue impuesta.
Engracia Hidalgo consideró, al ser consultada por esta cuestión, que "las competencias en materia de financiación, respecto a los ingresos propios, debemos poder seguir ejerciéndolas las autonomías en el futuro".
También quita a municipios
Las medidas de gracia de Montero también fueron extrapolables a los municipios, que este jueves se reunieron con la ministra en el seno de la Comisión Nacional de la Financiación Local (CNAL). La ministra, acompañada de Meritxell Batet, anunció que permitirá reinvertir mayor superávit y se comprometió a reestructurar la deuda de ayuntamientos con graves problemas.