Economía

Primer pulso en el Gobierno de Italia por las reformas económicas

  • La Liga y las asociaciones de empresarios boicotean el 'Decreto Dignidad'

Mucho ruido y pocas nueces. Así podría resumirse el lanzamiento de las reformas económicas del Gobierno "populista" italiano. El vicepresidente de Gobierno, con la cartera de Trabajo y Desarrollo Económico, Luigi Di Maio, impulsó la semana pasada un decreto ley con "medidas urgentes para la dignidad" en el ámbito laboral que incluye sanciones contra las empresas con ayudas públicas que se deslocalicen y que quiere favorecer la contratación estable. Sin embargo, el paquete de medidas, que ha sido bautizado como Decreto Dignidad, sólo es una pálida sombra de las promesas electorales del líder del Movimiento 5 Estrellas.

"Intervendremos pronto para suprimir el Jobs Act (la reforma laboral que agiliza el despido aprobada por el Gobierno de Renzi) que ha precarizado el trabajo. Porque tiene que haber trabajo para todos y que sea digno. ¡Basta ya con los sueldos de hambre!", declaró hace un mes Di Maio. La medida recién aprobada con carácter de urgencia (que tendrá que ser revalidada por el Parlamento en un plazo de 60 días) no van tan lejos. La reforma laboral de Renzi no se suprime, sino que se modifica reducir el límite máximo de los contratos temporales de 36 a 24 meses para "limitar el uso de contratos temporales para favorecer la contratación indefinida". Estos contratos temporales, para su renovación después de los primeros doce meses, su coste aumentará un 0,5% para la empresa, para animar al contratante a ofrecer "estabilidad".

Además, el decreto sube hasta los 36 meses la indemnización máxima en caso de despido improcedente (anteriormente era de 24 meses). Di Maio celebró la aprobación de este primer decreto económico del Gobierno señalando que "limita la posibilidad de abusar de los contratos temporales y aumenta las sanciones cuando hay despidos injustos" e indicando que la aprobación de la medida responde a "la urgente necesidad de introducir medidas que tutelen la dignidad de trabajadores y empresas".

El Decreto Dignidad sin embargo no parece haberle gustado a las asociaciones empresariales, sobre todo a las de las pymes. Según la asociación de artesanos Confartigianato, las medidas sobre contratos temporales "van en la dirección opuesta a la creación de empleo" y para los minoristas Confcommercio el decreto ley "nos hace volver a una nueva temporada de incertidumbre (...) y con posibles efectos adversos sobre el empleo".

También la patronal Confindustria, que representa las principales empresas transalpinas, criticó la medida: "Se trata de intervenciones formales que no llevarán a nada bueno. No se crea empleo endureciendo las normas" declaró el presidente Vincenzo Boccia.

Confianza en la Liga

Las empresas confían ahora en que la derechista Liga, con una actitud mucho más favorable a las empresas, vuelva a introducir los bonos-trabajo para remunerar el trabajo ocasional, introducidos por el Gobierno de Renzi y luego suprimidos en el Parlamento tras las presiones de la izquierda y el M5E.

Esta primera ronda de reformas económicas marca las distancias entre la Liga y el M5E sobre temas económicos y empresariales. El partido derechista es el abanderado de autónomos y pymes del norte del país transalpino. "Es una medida que corta las piernas a las empresas" declaró el secretario de Veneto, Toni Da Re, mientras Salvini prometió que la medida será "mejorada" en el Parlamento.

La ambigüedad de la Liga enfureció al M5E, que teme el sorpasso a en los sondeos. El partido derechista vuela en las encuestas (31% respeto al 17 de las últimas generales) gracias a la mano dura con refugiados y migrantes, mientras al M5E le cuesta cumplir con sus promesas electorales, de ámbito económico ya que la situación presupuestaria siguen siendo débil.

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