Economía

La canciller trata de zanjar su crisis de Gobierno con el SPD

Angela Merkel, canciller de Alemania. Dreamstime.

Los socialdemócratas decían ayer que el acuerdo con los bávaros era "de ultraderecha"

"¿Por qué hace todo esto?", se preguntó ayer Der Spiegel, ante la crisis gubernamental desatada por el ministro del Interior y jefe de los conservadores bávaros Hortst Seehofer. El semanario no fue capaz de formular una respuesta aunque sí de aludir a una "estrategia kamikaze".

Lo curioso es que tanto el titular de Interior como Angela Merkel actúan como si hubieran encontrado un compromiso en la disputa de asilo cuando lo único que han hecho es "deportar su conflicto" a Austria, al conjunto de la esfera política alemana y, con toda previsión, a toda Europa.

Los socialdemócratas, la coalición gobernante, mostraron sus dudas con el pacto

Como prueba, las primeras reacciones que ha suscitado el acuerdo en materia de gestión migratoria que ambos socios alcanzaron el lunes a última hora y por el cual se establecerán "centros de tránsito" en la frontera con Austria para retener a los solicitantes de asilo ya registrados en otros países de la Unión Europea mientras se negocia su retorno a los países de entrada.

Aunque cautos en un primer momento, finalmente los socialdemócratas (SPD), que actualmente forman parte de la coalición gobernante en Berlín, reaccionaron como era previsible para mostrar sus dudas sobre lo pactado.

La líder del SPD, Andrea Nahles, rechazó precisamente el concepto de "centros de tránsito" y subrayó que la actual situación es diferente a la del pico de la ola migratoria que vivió hace unos años. Además, recordó que quedan muchas cuestiones por esclarecer.

En primer lugar, la respuesta real que pueda dar Austria a lo acordado por Merkel y Seehofer. La canciller no puede dar todavía por zanjada su crisis gubernamental. Si bien logró apaciguar a Seehofer, ahora tendrá que convencer a sus otros socios de la alianza para que aprueben el acuerdo. Si lo rechaza, la crisis del Gobierno no solo se reanudará, sino que se agudizará.

Para alcanzar un punto en común, ayer se reunieron los tres socios de la coalición en el poder: la CDU de Angela Merkel, la CSU del ministro del Interior y el SPD.

Uno de los especialistas socialdemócratas para los asuntos migratorios, Aziz Bozkurt, criticó el acuerdo que, desde su punto de vista, "va totalmente en el sentido de la extrema derecha", dijo.

Los ecologistas y el partido de La Izquierda fueron todavía más allá y compararon la idea de los centros de tránsito con "campos de internamiento masivo", en alusión al pasado nazi de Alemania y pidieron a los socialdemócratas que los rechacen. Hace tres años, los socialdemócratas rechazaron este tipo de centros, por lo que Merkel sigue bajo presión.

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