Economía

Sánchez 'salva' a Merkel y acogerá refugiados que vengan de Alemania

  • La canciller se compromete a dar más fondos a España para gestionar la migración

Angela Merkel sobrevivió a la cumbre europea en la que se jugó su futuro político. La canciller alemana se llevó el acuerdo europeo que prometió a sus socios bávaros para lidiar con el asunto migratorio, y poder mantener la coalición viva. Junto con el complicado plan para controlar las llegadas de inmigrantes a la UE, Merkel consiguió apoyos más concretos de los Gobiernos, sobre todo de España y Grecia, para aceptar el regreso desde Alemania de aquellos refugiados que ya han solicitado asilo en estos países de entrada. Estos acuerdos bilaterales eran prioritarios para la cristianodemócrata, por representar una solución rápida y concreta para salvar la amenaza de la CSU de expulsar a todos los refugiados que llegaran a la frontera bávara.

Tras los dos días de su primer Consejo Europeo, Pedro Sánchez indicó que España será "solidaria" también con estos movimientos secundarios de los refugiados dentro de Europa, y "empático" con la situación que atraviesa Alemania.

Por eso anunció que tras su encuentro con Merkel celebrado ayer, en el que también participó el griego Alexis Tsipras, nuestro país aceptará a aquellos refugiados registrados en nuestro territorio y que hayan terminado en suelo alemán. Pero especificó que sólo afectará a aquellos que hayan tomado la ruta entre Austria y Bavaria, en un claro gesto para agradar a la CSU. Los equipos de ambos países determinarán el número de afectados.

A cambio, Sánchez comentó que Alemania se ha comprometido a cubrir el coste de las entregas, y también a proporcionar apoyo financiero y material a nuestro país por ser frontera exterior de la UE.

"Merkel se ha mostrado agradecida con este gesto de solidaridad", comentó el socialista.

El nuevo presidente no solo se llevó el aprecio de la canciller, sino también el reconocimiento de otros colegas. Fuentes diplomáticas comentaron a elEconomista cómo causó también buena impresión en el primer ministro holandés, Mark Rutte. Y eso que Sánchez y Rutte se situaron en polos opuestos en debates como el mantenido ayer sobre el reforzamiento del euro.

Sánchez y Tsipras, dos líderes de izquierda, fueron así el mejor refuerzo para el paquete que se lleva la más veterana del Consejo Europeo, tras una cumbre extenuarte en la que los europeos tuvieron que armar un complicado acuerdo migratorio para salvar el veto italiano.

Preguntada tras la cumbre si lo acordado sería suficiente para satisfacer a la CSU, Merkel respondió que "si aplicamos todo lo acordado entre los 28 (socios) y bilateralmente es más que equivalente a la efectividad (demandada por sus socios bávaros)".

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, también se fue satisfecho y dijo que Italia partía con un 80 por ciento de sus demandas satisfechas. Más prudente se mostró el vice-primer ministro italiano y responsable de Interior, Matteo Salvini, que rebajó hasta el 70 por ciento su estimación de objetivos cumplidos y advirtió que estaban esperando a "hechos concretos".

Italia, un problema

Tras el acuerdo alcanzado con Turquía, el Mediterráneo central se ha convertido en el principal punto de llegada de los inmigrantes. El Gobierno populista italiano ha demandado no solo un mayor control de las fronteras exteriores, sino redistribuir los refugiados que tiene en su territorio. Pero este reparto es tabú para muchos gobiernos del Este, y también para la CSU.

Un acuerdo bilateral con Italia hubiera sido la mayor pieza de caza que se hubiera podido llevar Merkel, pero también una tarea imposible dado que choca con lo que busca Roma, que no quiere aceptar a los que han salido de su territorio, aunque las reglas europeas les obligan.

Pero Conte no solo puso las cosas difíciles al resto de sus socios durante el debate migratorio. Ayer, el italiano amenazó con bloquear las conclusiones de la cumbre de la eurozona si no se eliminaba una referencia indirecta a la renegociación de deuda soberana antes de aplicar futuros rescates. También peleó por acelerar la negociación de la garantía europea de depósitos, aunque lo único que consiguió fue algún cambio en la formulación de las conclusiones pero sin fecha.

Los líderes se saltaron así la promesa del pasado año de cerrar para esta cumbre el fondo para resolver bancos fallidos o mejorar el MEDE, el fondo anti crisis europeo. La nueva fecha será diciembre, cuando también esperan revisar la propuesta franco-alemana de crear un presupuesto para la eurozona. Este nuevo instrumento es la idea más ambiciosa para reforzar la zona euro, y principal frente de batalla para el presidente francés Emmanuel Macron. Pero es una idea tabú para Holanda. Sánchez reconoció que "nos gustaría ser más ambiciosos", pero se dio por satisfecho al haber conseguido un acuerdo equilibrado entre los proeuropeos Francia y España y la esquiva Holanda.

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