Economía

España, foco de la crisis migratoria: la llegada de 'sin papeles' crece un 60%

  • Juncker se cita el domingo con líderes europeos para pactar una política común
  • Las elecciones de 2019 condicionarán la postura de los países
El 'Aquarius', a su llegada a Valencia. Imagen: Europa Press

Entre enero y mayo de este año llegaron a España 8.200 migrantes en situación irregular, lo que supone un repunte del 60 por ciento respecto al mismo periodo de 2017. La escalada en la ruta migratoria del Mediterráneo Oriental, que une nuestro país con el Norte de África, contrasta con el descenso experimentado en el resto de rutas, de acuerdo con los datos que maneja la Guardia Europea de Fronteras y Costas (Frontex) y que reflejan una caída del 46 por ciento en los sin papeles que llegaron a la Unión Europea en los primeros cinco meses del año, hasta un total de 43.200.

Los escasos 15 kilómetros de océano que separan el continente africano de Europa sitúan a España en el foco de una crisis migratoria que va a redefinir la política comunitaria en esta materia. Con la llegada del buen tiempo al Estrecho de Gibraltar se intensifica la avalancha de pateras que se lanzan a los peligros del mar. Solo en el pasado mes de mayo llegaron a nuestras costas 3.400 migrantes irregulares, el triple que en abril.

Después, en junio, la del Aquarius ha sido una de las mayores crisis humanitarias sufridas en el Mediterráneo, no tanto por el volumen de migrantes, sino por el cisma abierto en el seno de la UE entre los partidarios de endurecer los controles fronterizos y los que buscan una solución consensuada para compartir la gestión de los refugiados.

En esta escalada de fricciones, España se ha situado en el centro del mapa europeo: la inesperada llegada al poder de Pedro Sánchez, la formación del Gobierno con más mujeres del mundo y, sobre todo, el mensaje de solidaridad enviado a Europa con la gestión de la crisis humanitaria del Aquarius ha colocado a nuestro país en mitad de un debate, el de la política migratoria, que es clave de cara a la cumbre europea del 28 y 29 de junio.

Encuentros bilaterales

Sabedor de la importancia de esta cuestión, Sánchez ha pretendido tomar la iniciativa en el bloque comunitario. Prueba de ello es que el presidente ha roto con la tradición de sus predecesores de desplazarse a Marruecos en su primer viaje oficial y ha elegido Francia como destino. No es casual. Este sábado mantendrá un almuerzo de trabajo en París con su homólogo galo, Emmanuel Macron, donde el plato fuerte será la crisis migratoria. No en vano, el presidente español ya se puso en contacto con el francés el pasado fin de semana para agradecerle su solidaridad al aceptar el traslado a su territorio de parte de los 630 inmigrantes que llegaron al puerto valenciano, tras la negativa a acogerles de Italia y Malta.

La visita al país vecino forma parte de una ronda de consultas con los colegas europeos en la que Sánchez busca promover un cambio de la política comunitaria en materia de inmigración y que le llevará también a Berlín y a Lisboa.

Fuentes del Ejecutivo consultadas por este periódico sostienen que la postura de España aún está por definir, pero el propio Sánchez apostó el lunes por una "cooperación reforzada con los países de origen", como ya hiciera el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero después del efecto llamada que provocó la regularización masiva de inmigrantes del año 2007.

Mientras, la canciller alemana, Angela Merkel, ha iniciado su propia ronda de conversaciones bilaterales. El lunes se reunió con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, a quien tendió su mano para gestionar las solicitudes de asilo desde los países que sirven de lanzadera al Mediterráneo, como Libia.

Al día siguiente, Merkel y Macron anunciaron una propuesta conjunta que incluye el refuerzo de las fronteras exteriores de la UE y la prohibición a los inmigrantes de pedir asilo en varios países, sino solamente en el Estado de entrada.

Macron ya se había reunido previamente con Conte, con quien llegó a la conclusión de que la política europea sobre inmigración necesita una reforma profunda, si bien ambos pusieron en duda que esta pueda acometerse en el corto plazo.

Y en mitad de esta agenda improvisada de reuniones bilaterales, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha convocado para este domingo en Bruselas a un grupo de jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros a una reunión informal con el objetivo de debatir soluciones "europeas" para responder de manera conjunta al desafío migratorio.

Las heridas abiertas en materia de inmigración desde que Merkel, en un arranque de humanidad y de manera unilateral, decidiese abrir sus fronteras a los refugiados en el año 2015, parecen incurables y necesitan una solucion europea. La cumbre de finales de este mes será clave. No olvidemos que el tema migratorio se ha colado en el debate político y ahora es un factor que hace perder o ganar votos. Y hay elecciones europeas en 2019.

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