
Las Comunidades Autónomas no se han tomado bien la negativa del nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la reforma del sistema de financiación autonómica. Las críticas al nuevo inquilino de La Moncloa llegan incluso desde las filas de su propio partido, desde donde se rechaza la posibilidad de establecer relaciones bilaterales entre el Estado y las Comunidades Autónomas en lugar de ir a un debate entre todas las partes.
Sánchez reiteró el martes en su primer pleno de control en el Senado lo que ya había avanzado en el debate de moción de censura: que no pelearía por un nuevo sistema de financiación ante la falta de tiempo - pese a que esta semana ha declarado que quiere acabar la legislatura - y de apoyos parlamentarios necesarios para sacarlo adelante.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene previsto iniciar en las próximas semanas una ronda de entrevistas con los presidentes autonómicos, que se celebrarán por orden de antigüedad de sus estatutos de autonomía. Así, el primero en ser recibido en Moncloa será el lehendakari vasco, Iñigo Urkullu, seguido del catalán Quim Torra, con el que Sánchez espera poder verse a primeros de julio.
Críticas desde el PSOE
Los líderes regionales de su propio partido no han esperado a criticar la decisión de su secretario general. Desde el principal feudo socialista, Andalucía, se ha rechazado la posibilidad de alcanzar pactos bilaterales, al entender que es necesaria una reforma de un sistema de financiación "que supere las deficiencias del actual y que perjudica muy especialmente a Andalucía", en palabras del consejero de Economía de la región, Antonio Ramírez de Arellano. En la misma línea se ha pronunciado la presidenta de la Junta, Susana Díaz, quien ha instado a Sánchez a que subsane los "4.000 millones" que le falta a la Comunidad "para sanidad, educación y dependencia".
Por su parte, el presidente valenciano, Ximo Puig, ha manifestado que mantiene "absolutamente intacta" su reivindicación de un cambio en el modelo de financiación autonómica, porque no van a "renunciar a aquello que es justo", ha recalcado. Puig ha aseverado que "el presidente (Sánchez) sabe la situación de infrafinanciación que vive la Comunitat Valenciana", y ha alegado que "mientras no se solucione el problema de la financiación autonómica, continuará atascado el problema territorial" en España.
La mayoría de los reproches alegan que la financiación no debe negociarse con acuerdos bilaterales sino entre todas las comunidades
En el archipiélago balear tampoco están conformes con la decisión del presidente español. La líder del Gobierno balear, Francina Armengol, no renuncia "para nada" a la negociación de un nuevo sistema de financiación autonómica "que garantice justicia para los ciudadanos de Baleares", aunque ha sido más comprensiva con el recién llegado y ha aplaudido que tenga "la clara intención de mejorar la financiación en cada uno de los territorios". Pese a todo, ha apuntado que la situación actual "no es justa", ya que Baleares "es la segunda cuando aporta y la novena cuando recibe", por lo que a su parecer Baleares tiene que estar "mejor financiada de lo que está actualmente".
Desde Castilla-La Mancha, el Gobierno de Emiliano García-Page se suma a la petición de una mesa de negociación en la que estén "absolutamente" todas las comunidades autónomas, instando al presidente a que "tome la riendas" del nuevo modelo de financiación autonómica pues "no es tema baladí que se pueda abandonar" en esta legislatura, en palabras del consejero regional de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina.
"La reforma de la financiación solo puede abordarse de forma multilateral"
En la misma línea se ha expresado la vicepresidenta de la Junta de Extremadura, Pilar Blanco-Morales, que advierte de que no consentirán "espacios de bilateralidad" en los ámbitos que conciernen a cuestiones de "interés general" como "todas aquellas que tienen que ver" con el sistema de financiación autonómica.
El mensaje que llega del Principado de Asturias, donde gobierna el socialista Javier Fernández, es similar. El consejero de Presidencia y Participación Ciudadana, Guillermo Martínez, ha señalado que "la reforma de la financiación solo puede abordarse de forma multilateral en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, no con pactos bilaterales porque afecta al conjunto del Estado", ha advertido.
Ataques desde las regiones 'populares'
Si los socialistas no están conformes con el anuncio de Sánchez, los 'populares' son aún más críticos. Sirva como punta de lanza el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, quien afirma que "tiene tiempo más que suficiente" para intentar la renovación del sistema, al haber anunciado su intención de no convocar elecciones hasta 2020. Discute las relaciones bilaterales por ser "poco transparentes", y teme el mensaje que la decisión del líder del Ejecutivo puede hacer llegar a la economía: "Lanza un mensaje verdaderamente malo que un Gobierno no sea capaz de gestionar algo tan importante como el modelo económico de todo el territorio".
Por su parte, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se ha remitido a una decisión definitiva del presidente del Gobierno "para después poder hacer una valoración completa", aunque ha cuestionado que Sánchez "vaya a incumplir uno de sus grandes compromisos, el de buscar un sistema de financiación de forma inmediata, una cuestión sobre la que estaba permanentemente interpelando al PP".
El jefe del Ejecutivo murciano, Fernando López Miras, ha acusado a Sánchez de dar la "espalda" a los murcianos y ha solicitado la convocatoria "urgente" del CPFF en el que abordar este asunto "con transparencia, luz y taquígrafos" con el fin de evitar los "pactos ocultos". López Miras cree que el actual sistema aprobado en 2009 es "injusto para los murcianos" y "discrimina a la comunidad".
Otras Comunidades
Desde Canarias, su presidente Fernando Clavijo cree que el anuncio de Sánchez "no es una buena noticia", y cree que ha advertido que el archipiélago se pondrá "de frente" si se cierran acuerdos bilaterales con algunas comunidades autónomas debido al retraso en la reforma del sistema de financiación.
El líder del Ejcutivo en el País Vasco, Íñigo Urkullu, ha recordado que el mecanismo de financiación autonómica no afecta a Euskadi al contar con "su propia realidad de relación financiera con el Gobierno", basada en el sistema del concierto económico y la ley quinquenal del Cupo, pero considera que es una oportunidad para debatir "sobre el modelo de Estado que se ha venido construyendo durante los 40 años vigentes y la sostenibilidad del mismo".