
La desaceleración que se descontaba para este año en el caso español no se nota, por ahora, ni en el PIB ni en la recaudación, que hasta abril crece el 4,6%gracias a la buena marcha del IVA y del IRPF. Tanto es así que, según los datos facilitados ayer por Hacienda, el fisco ha ingresado por impuestos más de 70.000 millones de euros en cuatro meses, récord histórico.
Todo apunta a que este año, salvo susto económico imprevisto, se batirá la marca de 2007, cuando la Hacienda Pública superó por primera y única vez los 200.000 millones de ingresos. Está por ver aún si el incremento logra el brillo que augura el ministro Cristóbal Montoro, quien espera tocar los 210.000 millones a finales de diciembre. Esa cifra parece aún así responder más a un deseo que a una realidad.
Si bien el impuesto de la renta refleja la mejora del mercado laboral, con una subida del 6,4% en los cuatro primeros meses del año; y el IVA muestra el tirón del consumo con un avance del 4,5%, flaquean los Especiales y Sociedades. Los primeros ya no notan el efecto de la subida sobre alcohol y tabaco que aprobó el Gobierno el año pasado, y ceden un 0,6% hasta abril. El segundo se pega un batacazo del 22,9% e ingresa 500 millones menos que en 2017 tras el primer pago fraccionado anual, pero también porque se descuenta el efecto del reestablecimiento de tipos en los pagos a cuenta que el Ejecutivo pactó a finales de 2016 con el PSOE.
El déficit bajará del 3%
La buena marcha de la recaudación es uno de los factores que explican la reducción del déficit, camino de bajar del 3% a final de año sin problemas. El Estado, hasta abril, reduce el desvío al 0,49%, también porque seguimos en prórroga presupuestaria y los gastos se muestran muy contenidos. Las autonomías, por su parte, también bajan sus números rojos. Hasta marzo su desvío equivalía al 0,12% del PIB, compatible con el límite del 0,3% que Hacienda les exige. Está por ver, aún así, si su buen comportamiento se prorroga teniendo en cuenta que estamos en año preelectoral.
La Seguridad Social mejora y logra en tres meses un superávit del 0,16% del PIB, si bien este registro no tiene relevancia. El calendario le irá haciendo caminar al déficit, que difícilmente se situará en el 1,1% previsto tras subir las pensiones con el IPC.
Por último, el dato global hasta marzo, del 0,38%, es el mejor en 12 años.