
"El Pacto de Investidura [firmado entre Ciudadanos y el Partido Popular] ha quedado liquidado", advirtió ayer Albert Rivera a Mariano Rajoy. Bajo esta premisa, el presidente de Cs insistió -tras la celebración del Comité Ejecutivo Nacional de su partido reunido para determinar la estrategia ante la crisis institucional actual-, que "si el presidente de Gobierno sigue enrocado y no convoca elecciones anticipadas, que deberían celebrarse en otoño, tendrá que gobernar en absoluta soledad". Rivera pide a Rajoy que "rectifique y reaccione, que no siga como si no hubiese pasado nada". Pero si Rajoy opta por una liquidación ordenada de la legislatura tendrá el apoyo de Ciudadanos.
Si no es así, Rivera fue meridiano al advertir al presidente de que debe ser consciente de que no tendrá ningún apoyo para gobernar, pues Ciudadanos no le prestará sus votos "para aprobar ni una sola ley, aunque sea de truchas, y no podrá sacar adelante el techo de gasto", en referencia a los Presupuestos del año próximo que deben empezar a negociarse cuando se cierren los de 2018 en el Senado.
Por salida ordenada, Rivera se refiere a mantener o reeditar el 155 en Cataluña, aprobar los presupuestos cuyo plazo está previsto para la semana del 19 de junio y, sobre todo, convocar elecciones anticipadas. El líder del partido naranja reiteró que la solución a la situación generada tras la sentencia del caso Gürtel son las elecciones. "Es la única salida democrática y digna. Es por sentido de Estado y por responsabilidad", declaró.
Atajar los dos grandes problemas
Los comicios son, en opinión de Rivera, la fórmula para atajar los dos grandes problemas que atenazan España: la crisis institucional que se ha generado con la ruptura de la confianza de los españoles con la política y afrontar la ruptura de la unidad de España. "No entiendo que haya partidos que tengan miedo a dejar que los españoles elijan", apostilló el presidente de Cs.
Pero si Rajoy no "reacciona", no convoca elecciones, y opta por seguir gobernando en soledad, el plan B de Rivera consiste en que Pedro Sánchez retire su candidatura en la moción de censura y se llegue a un consenso para presentar una nueva con un candidato de consenso [que no pertenezca a ninguno de los dos partidos], cuya única misión sea convocar elecciones, aunque también garantizar la aprobación de los presupuestos y el mantenimiento del 155.
Sin 'triquiñuelas' legales
"Todo es cuestión de voluntad política", dijo Rivera, dando por hecho que no habrá problemas legales si hay esa voluntad. "Si Sánchez está dispuesto a una moción instrumental, esta misma tarde -por ayer- nos ponemos de acuerdo en un candidato independiente, y no habrá trabas para retirar la moción y presentar otra". Lo mismo con Rajoy, "si dice que quiere elecciones, lo lógico es que Sánchez retire su moción, pues ya no tendría sentido".