Economía

Pierre Moscovici: "No estoy en la oposición sistemática al Gobierno italiano que algunos desean"

Pierre Moscovici, comisario europeo de Economía y Finanzas. Foto: Archivo

En una entrevista con Les Echos, el comisario europeo de Economía y Finanzas hace balance de la salida de Francia del procedimiento de déficit excesivo. También ofrece su análisis del crucial verano que se avecina para Grecia.

Francia está fuera del procedimiento de déficit excesivo. ¿Recobra su credibilidad financiera?

La situación económica está mejorando mucho y, por primera vez en la historia del euro, los 19 miembros de la zona euro registrarán un déficit inferior al 3% de su PIB. En cuanto a Francia, es la culminación de diez años de esfuerzos y una señal de credibilidad renovada. Pero la batalla para reducir la deuda debe librarse ahora, se acerca a los 100 puntos del PIB, siendo muy elevado, sobre todo porque su carga aumentará con la subida de los tipos.

¿Cree usted que Francia está bien encaminada para continuar esta recuperación financiera?

No me corresponde en absoluto comentar las compensaciones políticas que hacen los países europeos en el ámbito de las finanzas públicas. Pero Francia debe centrarse aún más en su déficit estructural. Necesita prioridades claras en ahorro y gasto. Creo que debemos desarrollar una cultura de evaluación de la calidad del gasto público, como se hace en muchos otros países europeos. Esto significa, en particular, dar al Parlamento y a la comunidad investigadora los medios para apropiarse de este debate.

¿Es usted optimista sobre la salida de Grecia de su programa de rescate financiero este verano?

Creo que el Eurogrupo del pasado jueves debe ser servir para enviar un mensaje político. Atenas y las instituciones acaban de llegar a un acuerdo técnico sobre las últimas reformas que deben aplicarse. Se trata de un paso muy importante que demuestra que Grecia está cumpliendo. Por ello, sus socios deben hacer lo mismo con el alivio de la deuda. Debemos concluir favorablemente este programa de asistencia, y dedicaré mucho tiempo y energía a esto en las próximas semanas.

El marco de la futura relación entre Atenas y sus antiguos acreedores sigue siendo difícil de establecer...

Todo programa que concluye va seguido de un mecanismo de seguimiento. El objetivo es garantizar el respeto de los compromisos a medio plazo. En primer lugar, del lado del Gobierno griego, las reformas deben llevarse a cabo y desplegarse una sólida estrategia de crecimiento para que el país continúe con su dinámica. Pero por parte de los acreedores, es esencial alcanzar un acuerdo ambicioso sobre las medidas de alivio de la deuda. Por último, debemos encontrar un marco equilibrado que ofrezca tanto un apoyo adecuado a Atenas como garantías reales a los acreedores. Grecia debe volver a ser un país como los demás de la zona euro.

La idea francesa de vincular la reducción de la deuda griega al futuro crecimiento del país no convence...

Es una contribución muy útil al debate y una reflexión pertinente. Como sabemos, se enfrenta a la resistencia alemana, esencialmente vinculada al sistema constitucional del país y al derecho de control de su Parlamento. Debemos seguir pensando juntos para ver cómo se puede acomodar este mecanismo.

Dadas las diferencias de análisis con el FMI, ¿debería mantenerse alrededor de la mesa a toda costa?

Eso espero. El Fondo ha sido un socio importante desde el comienzo del programa y aunque no estamos de acuerdo en todo, su experiencia y recursos financieros han sido esenciales. Por lo tanto, espero que se pueda tomar una decisión sobre su participación en los próximos días. Soy consciente de que esto implica un entendimiento común sobre la cuestión de la deuda. Pero hoy me parece que el FMI tiene el mismo nivel de ambición que las demás instituciones.

Las preocupaciones se centran ahora en Italia. ¿Qué mensaje quiere transmitir sobre sus finanzas públicas?

Tenemos en cuenta la situación actual y las políticas que no han cambiado. Estamos asistiendo a una mejora lenta y limitada, pero cierta, de la situación de la economía italiana. Por lo demás, sería estúpido negar la política. Si no hablé durante las negociaciones gubernamentales en Italia es porque creo en el respeto del ritmo democrático. La Comisión analizará los actos, es decir, el presupuesto y las decisiones del futuro Gobierno, una vez designados. No me sitúo en la oposición sistemática entre Bruselas y Roma que algunos desean.

¿Estará abierto a dar más flexibilidad presupuestaria a Italia?

Italia ya se ha beneficiado de todas las flexibilidades existentes. Las normas económicas de que disponemos no son arbitrarias ni opresivas, sino de sentido común, especialmente en el contexto de la elevada deuda pública, que debe seguir conteniéndose.

¿Esta incertidumbre italiana socava la reforma de la zona del euro?

Sigo creyendo que la profundización de la zona del euro es necesaria si queremos políticas eficaces y un funcionamiento más democrático a largo plazo. Estos imperativos persisten.

© Les Echos

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