
El presidente de EEUU, Donald Trump, firmó hoy una directiva para facilitar las operaciones espaciales a las empresas privadas, con la que busca, entre otras cosas, que se reduzcan los requisitos exigidos para los despegues y aterrizajes, y que se otorguen más licencias.
Trump pretende que los departamentos de Trabajo y Comercio, en coordinación con el Pentágono y la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), trabajen conjuntamente para que de aquí a seis meses puedan aprobarse las nuevas normas.
El presidente estadounidense considera que las actuales normas son de otra época y su idea es que compañías privadas entren al negocio -como ya lo hace SpaceX- y le ayuden a cumplir sus objetivos espaciales, que no son otros que regresar a la Luna y, eventualmente, poner pie en Marte.
Un funcionario de la Casa Blanca reconoció que, a diferencia del período de la Guerra Fría, en el que "se invirtieron cantidades prácticamente ilimitadas de dinero" en la carrera espacial, ahora "los presupuestos son limitados".
Por su parte, el administrador de la NASA, Jim Bridenstine, dijo en un comunicado que en EE.UU. "hay muchas compañías innovadoras trabajando duro para construir un brillante futuro en el espacio".
El cambio normativo también pretendería, según el Financial Times, poner a Estados Unidos en disposición de vencer a China, potencia emergente en el sector aeroespacial.