
La mayoría de los consumidores europeos prevén recortar sus gastos el año que viene en una media del 12%, a medida que crecen las preocupaciones sobre el impacto de la crisis económica, según mostró el jueves un encuesta elaborada por Boston Consulting. Las vacaciones, las cenas fuera y los productos electrónicos serán las áreas en las que los ciudadanos comunitarios gastarán menos.
"Esta reducción parece ser diferente a las que hemos visto en el pasado reciente, más profunda y de mayor duración", dijo Catherine Roche, socia y gerente del grupo Boston Consulting. "Es simplemente la superposición de los efectos lo que aquí es único", aseguró, poniendo como ejemplo el colapso del mercado hipotecario en países como Estados Unidos y Reino Unido, la crisis crediticia, las caídas en los mercados de valores y la ralentización de la economía.
Más de la mitad gastarán menos
Aproximadamente un 56% de los consumidores entrevistados en Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España dijeron que recortarían el gasto discrecional el próximo año en una media del 12%. En 2007, esos planes los tenían el 36%.
El sondeo mostró que aproximadamente un 47% de los consumidores europeos esperan que la economía "empeore en 2009" y un tercio se siente económicamente inseguro, más que el año pasado, mientras que el 46% de los participantes dijo que tenía previsto ahorrar más.
Los gobiernos y las empresas de todo el planeta han introducido medidas, como los recortes fiscales, además de ofrecer descuentos masivos para que los consumidores vuelvan a gastar. Pero hasta ahora, los consumidores parecen impasibles. Aproximadamente un tercio de los participantes en este sondeo dijo que gastaría menos estas Navidades.
Cómo sobrevivir
"Está resultando ser una temporada navideña muy decepcionante para muchos comercios estadounidenses y europeos", dijo Roche.
"La supervivencia (de comercios y fabricantes) va a de pender de la capacidad de trasladar un mensaje convincente a los consumidores, que vaya más allá de los meros descuentos", dijo.
Los consumidores van a ser "mucho más selectivos, mucho más abiertos a recorrer más para encontrar las mejores gangas". Pero también están dispuestos a gastar más en comida fresca y de calidad, según el sondeo de Boston Consulting.