Economía

La falta de trabajadores en Suecia amenaza con desatar una guerra entre sector público y privado

  • El sector público acaparará el 60% de los nuevos trabajadores hasta 2025
  • Existe el riesgo de que sector público y privado compitan por los trabajadores
Estocolmo, capital de Suecia. Dreamstime

Hasta los países que presentan unos datos económicos más sólidos se enfrentan a un futuro complejo, fruto del envejecimiento de la población. El caso de Suecia resulta un tanto peculiar, porque la escasez de trabajadores dificultará al sector público la contratación de la fuerza laboral necesaria para mantener el vasto Estado de Bienestar.

Según los datos de la Asociación Sueca de Autoridades Locales y Regionales (ASALR), para 2025 necesitarán sumar 124.000 trabajadores más, lo que supone el 60% del crecimiento de la fuerza laboral prevista hasta ese mismo año, que se espera que sea de 207.000 trabajadores. La menor llegada de inmigrantes, un mercado laboral estrecho y, sobre todo, una población envejecida (y más dependiente de las ayudas y el Estado de Bienestar) pondrán contra las cuerdas a empresas y sector público de Suecia.

La agencia financiera Bloomberg cree que este será uno de los problemas más importantes para esta economía nórdica, que hoy tiene un 6,2% de paro, superávit presupuestario y que en 2017 ha crecido un 2,4%. Este incremento de la producción podría ser incompatible en el futuro si la población en edad de trabajar no crece a un ritmo superior. 

Annika Wallenskog, economista jefe de la ASALR, señala en declaraciones a Bloomberg que Suecia tiene que acelerar el ritmo de automatización de la economía, de otro modo "no habrá suficientes personas para trabajar de la forma en la que lo hacemos hoy".

Un amplio Estado de Bienestar

El gasto público de Suecia es uno de los más elevados de Europa. En términos relativos representa más de 49% del PIB y una parte muy importante se dedica a la protección social. Según datos de Eurostat, el gasto por persona en protección social es de más de 12.000 euros, el mayor de toda la Unión Europea.  

Para distribuir de forma eficiente todo este gasto están los empleados públicos, que suponen casi el 30% de todo el empleo en Suecia. El propio informe publicado por ASALR reconoce que esa cifra de 124.000 empleados más en 2025 no es realista teniendo en cuenta los factores demográficos que dominan a Suecia y al resto de economías avanzadas.

Lena Micko, directora de esta organización, cree que esta necesidad de trabajo en el sector público se podría paliar incrementando la productividad, pero también "haciendo que el empleo a tiempo completo sea la norma e incrementando la vida laboral".

Por otro lado, Wallengskog asegura que otro riesgo es que el sector privado y el público terminen compitiendo por los mismo trabajadores. Al final, esta situación desembocaría en un incremento de los costes laborales y, probablemente, en una pérdida de competitividad de los bienes y servicios producidos en Suecia. También podría ser un lastre para el consumo y la economía en general.

Por ahora, los salarios crecen de forma moderada. Según datos de Nordea Bank, los sueldos se incrementaron un 2,6% interanual en enero y febrero. En el sector público el salario creció un 2,8% dentro de los municipios. No obstante, ambos datos superan al crecimiento de la inflación que se encuentra estable levemente por debajo del 2%. 

Esta escasez de trabajadores se está produciendo justo ahora que los suecos han comenzado a mostrar un mayor rechazo hacia la inmigración después de haber sido el país líder a la hora de acoger refugiados en 2015. 

Entre 2007 y 2017, el sector público acaparó menos de un tercio del incremento de la fuerza laboral. En los próximos años, si se cumplen los pronósticos, el empleo público podría acaparar casi dos tercios, lo que pondrá en un serio aprieto al sector privado.

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