Economía

Por qué España nunca cumple con el déficit que promete en abril

  • El alza de las pensiones sumará un nuevo desfase presupuestario este año
Foto: Archivo

Si hay un documento que conviene coger con pinzas respecto a las previsiones de déficit es el Programa de Estabilidad que elabora anualmente el Ministerio de Hacienda. En ninguno de los planes elaborados por el Ejecutivo de Mariano Rajoy desde 2012 se ha cumplido con el saldo de las Administraciones Públicas estimado para el año siguiente.

En el programa de 2016 a 2019, el último en el que podemos testar la puntería oficial con las estimaciones de déficit público a un año, el Departamento que dirige Cristóbal Montoro auguró que las Administraciones Públicas cerrarían el 2017 con un saldo negativo del 2,9% del PIB, dos décimas por debajo del 3,1% final. Y esa ha sido la ocasión en la que más cerca ha estado de cumplir con sus propias previsiones.

El mayor patinazo a un año vista fue con la previsión de 2013. El plan de estabilidad publicado en 2012 apuntaba a un déficit del -3%. El desfase final se fue hasta el -6,67%, más del doble.

En el Programa de Estabilidad 2015-2018 -cuando el Gobierno llevaba al menos tres años de legislatura y el país había vuelto al crecimiento- las previsiones hablaban de un déficit público para el año del -0,3%. Probablemente, superará el -2,2% de la última actualización.

Por no cumplir, ni siquiera se ha cumplido con las estimaciones más inmediatas. En cinco de los seis últimos ejercicios el déficit ha estado por encima de la cifra que el Gobierno manejaba solo unos meses antes, al comienzo del año. Sólo en 2017 se ha cumplido. Y sólo desde 2016 se ha logrado bajar de la cifra renegociada a mitad del año con Bruselas.

Es importante resaltar que estos programas no son sólo un documento de trabajo del Gobierno. El Programa de Estabilidad es el documento con el que España justifica ante Bruselas su compromiso con los objetivos de estabilidad fijados por la Comisión Europea para los Estados miembros de la Unión Europea. Todos los meses de abril, los Gobiernos comunitarios tienen la obligación de presentar ante Europa sus Programas Nacionales de Reformas y sus Programas de Estabilidad. El objetivo de ambas presentaciones es coordinar las políticas económicas nacionales y lograr los objetivos establecidos para la Unión Europea en su conjunto.

Desconfianza de Bruselas

De forma sistemática, el Ejecutivo ha cuadrado las cuentas sobre el papel para convencer a las autoridades comunitarias, pero una vez aprobados los Presupuestos y conforme la ejecución presupuestaria se desviaba de la tendencia marcada, ha presionado a Bruselas para renegociar al alza los objetivos previstos, ya que España sigue dentro del Procedimiento de Déficit Excesivo.

Así las cosas, no resulta extraño que Bruselas no se fíe y estime un nuevo desvío de medio punto para este año. La Comisión Europea cree que el aumento del gasto en los Presupuestos enviados a Bruselas hará que rebasemos el déficit en cuatro años, hasta el 2,6% del PIB. Si añadimos la subida mínima de las pensiones, que no estaba incluida en el proyecto inicial del Ejecutivo, hablaríamos de un desvío de 1.000 millones más, es decir, hasta el -2,7%.

También deja en el aire la promesa verbalizada por el propio Montoro hace sólo unos días, cuando aseguraba que España podría, por fin, alcanzar el superávit en 2012, tras 14 años con saldo negativo.

Vistos los precedentes, parece razonable poner en duda las previsiones del Gobierno, sobre todo si tenemos en cuenta que el próximo será año electoral para comunidades autónomas y ayuntamientos, y que el Ejecutivo ha abierto la mano para que puedan reinvertir su superávit.

España crece por encima de la media europea y las inversiones y exportaciones van como un tiro. Pero las pensiones siguen en juego, la precariedad laboral es un hecho y España debe el 98% de su PIB y la cuenta atrás para que suban los tipos de interés ya ha comenzado. Por eso, ahora que el viento sopla a favor, parece más necesario que nunca llenar todo lo que se pueda la despensa fiscal. Por si se adelanta el invierno.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky