
El Partido Popular estaría dispuesto a negociar la transferencia de la Seguridad Social al País Vasco, siempre y cuando no se rebasen los límites marcados en las distintas sentencias del Tribunal Constitucional, e incluso lo que recoge el propio Estatuto de Gernika, es decir, siempre y cuando no se rompa el sentido social de la caja única. Es una premisa por la que los nacionalistas vascos están dispuestos a sentarse a hablar del tema, pero solo en el marco de las conversaciones relativas a las competencias, y desde luego nunca dentro del marco de la negociación presupuestaria.
Este lunes, sin ir más lejos, el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, valoró la participación del Gobierno vasco en la gestión económica de la Seguridad Social, "como está previsto en el Estatuto". "Pero -subrayó-, si se quiere ir más allá estamos hablando de otra cosa, porque para nosotros es esencial mantener la unidad de la caja", apostilló.
El cambio nacionalista
Según fuentes del partido jetzale consultadas por elEconomista, los nacionalistas no están interesados ahora en tener una Seguridad Social propia, menos cuando ésta se en-cuentra en un estado deficitario, alcanzando una deuda de 2.500 millones. Lo que demanda es un régimen económico de la Seguridad Social que contemple la prestación de servicios que solo incluye trámites, ventanillas, pura administración, pero en ningún caso romper el principio de caja única.
El PNV admite que la transferencia de la Seguridad Social ha sido una vieja demanda, que se suma a las 36 restantes que aún quedan por completar del Estatuto, desde hace 30 años.
Pero, en la actualidad, ha habido un cambio y una clara matización. Y en ese contexto, y dentro del pa-quete de transferencias, hace un par de semanas el lehendakari Íñigo Urkullu dirigió una carta a Rajoy instándole a transferirle dos líneas férreas, actualizando de paso la necesidad de hablar del resto de competencias en una comisión mixta, que según el PNV se ha ido retrasando sistemáticamente de manera intermitente.
La "confusión" de Ciudadanos
En el fondo, señala el PNV, "es Ciudadanos quien está detrás de esta confusión que se está produciendo" con la petición de la Seguridad Social, cuando es sabido que solo queremos la gestión de los servicios. Tratan -mantienen- de "complicar" la situación al Gobierno de Mariano Rajoy y "reforzar su idea de que ellos son los únicos defensores de la unidad de España, en un momento en el que hay sintonía unánime entre todos los partidos con el tema de los derechos históricos, el concierto económico o el cupo vasco, salvo con Ciudadanos".
A propósito del acercamiento de presos y de la gestión de las cárceles, el PNV prefirió no valorar las distintas corrientes que se han establecido en el Partido Popular, y que por un lado, desde Madrid, aseguran que no habrá ninguna contraprestación a ETA en política penitenciaria, y por otro, desde Euskadi, reconocen que con el paso del tiempo habrá menos dificultades para que se pueda hacer la transferencia de prisiones.
En opinión del PNV, "ETA va cumpliendo cosas y no hay que traicionar a nadie ni mirar a otro lado para cumplir la ley", porque "la Constitución abarca la reinserción social de los presos y no habla de venganzas", argumentando el acercamiento de 300 presos etarras dispersos por España (250) y por Francia (50).
Secreto hasta el final
El PNV mantendrá en suspense la intención de su voto a las enmiendas a la totalidad hasta el jueves por la mañana. Sin desvelar todavía las enmiendas parciales a las Cuentas, en el caso de que el trámite prospere, aclara que no pedirán transferencias, pero sí las infraestructuras que no fueron presupuestadas en el acuerdo de 2017.