Economía

El Málaga, el descenso a Segunda y la gestión de Al Thani: millones en plusvalías y dudas sobre su propiedad

  • En los últimos cinco años la política de fichajes dejó 150 millones en las arcas
  • En 2013 uno de sus apoderados vendió el 47% del club a la hotelera BlueBay
  • Al Thani niega la venta: un juicio dirimirá finalmente la propiedad del club
Al-Thani, dueño y presidente del Málaga. Montaje: elEconomista.es / Reuters

El Málaga CF ya es matemáticamente equipo de Segunda División. Los andaluces llevaban mucho tiempo deshauciados, pero su derrota ayer ante el Levante (dolorosa, llegó en el 94') confirma, con la calculadora en la mano, que los blanquiazules tornarán a la categoría de plata una década después. Ratificada la desgracia, toca dar un uso distinto a esa misma calculadora. Y el resultado deja un panorama institucional, cuanto menos, enrarecido.

El Málaga es, desde 2010, propiedad del jeque qatarí Abdullah Bin Nasser Al Thani, familiar del Al Thani que rige los designios del PSG. Las intenciones del Al Thani 'español' eran las mismas que las de su familiar. Llevar a la entidad de Martiricos lo más lejos posible inyectando jugosas cantidades de dinero.

La progresión del equipo fue ascendente. En 2012 se clasificaron para la Champions League y un año después, en 2013, cayeron en cuartos de final eliminados por el Borussia Dortmund en un partido cargado de polémica arbitral. Con el reglamento en la mano, los andaluces debieron haber jugado la semifinal.

Castigo UEFA y 150 millones en plusvalías

El proyecto pintaba bien hasta que la caótica gestión de Al Thani empezó a dejar secuelas. La UEFA sancionó al equipo andaluz sin poder jugar en Europa durante dos campañas (luego se redujo a una) por irregularidades en los salarios de los futbolistas. Al Thani pagaba cuando quería y no cuando debía.

Además, el organismo le forzó a financiarse siguiendo los parámetros de su rígido fair-play financiero, que consisten en que no puede gastar más de lo que ingresa por vías ordinarias. Nada de ayudas basadas en los petrodólares del dueño para fichar galácticos a granel. Ante este panorama (y tras algún revés urbanístico de sus empresas en la ciudad), Al Thani abandonó sus ideas faraónicas y empezó a desmontar lo que había construido.

El País resume (basándose en la web especializada Transfermarkt) estas gestiones en un balance muy favorable para las arcas del Málaga (y del jeque) y muy poco positivo en lo deportivo.

Entre 2010 y 2012, el gasto neto en fichajes (Joaquín, Isco, Van Nistelrooy, Saviola, Baptista...) fue de 137 millones. Sin embargo, a partir de 2013, Al Thani transformó el Málaga en un club vendedor: en estos últimos cinco años, la diferencia entre lo ingresado por las ventas de jugadores y lo invertido en fichajes alcanzó los 148,9 millones de euros. En total, el jeque ha logrado ingresar 12 millones más por fichajes de lo que ha gastado.

Las cuentas, sin embargo, no sonrieron en lo deportivo. Sus decisiones, muchas basadas en sus caprichos y gustos impulsivos, han hundido al equipo en Segunda.

¿De quién es el Málaga?

El panorama ya de por sí es oscuro, pero a ello hay que unir las dudas razonables que existen sobre la propiedad del club. El asunto se dirimirá por la vía civil en el  juzgado de Instrucción número 12 de Málaga. El juicio, tras muchos recesos, comenzará el 4 de diciembre de 2018. Se espera que la sentencia se conozca en primavera de 2019.

En febrero de 2013, meses después del castigo de UEFA y con el equipo aún luchando en Europa, Moayad Shatat exvicepresidente del Málaga CF y exconsejero delegado, autorizó la venta del 49% de las acciones del jeque (el paquete vendido ascendía al 47% del total del club) a la empresa hotelera BlueBay. Shatat lo hizo, dice BlueBay, actuando como apoderado de Al Thani.

Pero Al Thani lo niega alegando que su firma en el proceso estaba falsificada y que jamás dio órdenes de vender el club, algo que parece contradecir la realidad del comportamiento de todas las partes en aquellos días.

Si la Justicia dirime, finalmente, que Al-Thani sí vendió el club, la intención de BlueBay es gestionarlo y cambiar, de arriba a abajo, la entidad. Para entonces el Málaga estará a punto de terminar la temporada en Segunda, un curso para el que Al Thani, por si las moscas, no quiere tirar mucho de sus propios recursos.

Cuenta La Opinión de Málaga que los blanquiazules reclamarán de una tacada los 20 millones que pone LaLiga a disposición de los equipos descendidos como ayuda compensatoria por la pérdida de la categoría. Sus estatutos permiten fraccionar este apoyo económico en tres temporadas.

Por Málaga se duda de que, tras esta decisión, se encuentre el deseo firme de Al Thani de devolver al equipo a Primera en un año (que también) sino, sobre todo, su voluntad de invertir el menor dinero posible en el equipo de aquí a la resolución del juicio que podría sacarlo del palco de la Rosaleda después de ocho años de decisiones cargadas de polémicas con más lágrimas que sonrisas.

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