
La Comisión Europea trabaja en un plan que ofrecería a la Administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la posibilidad de negociar varios aspectos comerciales entre Bruselas y Washington siempre y cuando se elimine completamente la posibilidad de implementar aranceles a las exportaciones europeas de acero y aluminio.
Esta posibilidad, que contaría con el fuerte respaldo de Alemania, también se habría planteado a Francia e Italia, según el portal Politico a partir de fuentes diplomáticas. El objetivo es contar con margen de negociación suficiente para que Europa sea eximida completamente de los gravámenes del 25 y el 10% a las importaciones de acero y aluminio fijados por EEUU el 23 de marzo. Trump no incluyó a la UE en la lista de socios comerciales que no afrontarían de forma inmediata estos aranceles ofreciendo así la posibilidad de negociar otras alternativas hasta el 1 de mayo.
"En las conversaciones en curso con nuestros homólogos estadounidenses, hemos insistido en la necesidad de obtener una exención total de los gravámenes al acero y el aluminio. Una vez acordado eso, estaríamos abiertos a discutir varias formas de reducir algunos factores comerciales irritantes", dijo a Politico un portavoz de la Comisión. De hecho, la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, ya habría puesto esta posibilidad sobre la mesa en sus conversaciones con EEUU. Desde el Departamento de Comercio estadounidense se reconoció que "las negociaciones están en curso" pero que los pormenores se discuten "en la sala de conferencias y no en la sala de prensa". Otros posibles escollos llegan de Francia, que insiste en que la UE sólo debe negociar acuerdos comerciales con países que han firmado el Acuerdo Climático de París, del cual EEUU se retiró oficialmente el año pasado. El presidente galo, Emmanuel Macron, visitará Washington a partir del 23 de abril, donde podrá sacar a relucir este asunto con Trump.
Limitaciones al acuerdo
Una de las opciones que baraja la Comisión, según Politico, es limitar un futuro acuerdo a la eliminación de aranceles sobre productos industriales, como automóviles y maquinaria. Además, desea algunas concesiones de Washington, especialmente en el acceso a contratos públicos. Otra versión menos ambiciosa contemplaría la posibilidad de reducir barreras no arancelarias, como el caso de los diferentes estándares de seguridad para piezas automotrices. Sin embargo, algunas de estas posibilidades irían contra la meta de Bruselas de centrar los esfuerzos en negociar acuerdos comerciales ambiciosos de alcance.
A la espera de conocer la evolución de estas conversaciones, la UE estaría buscando una compensación por los aranceles estadounidenses al acero y al aluminio, a pesar de que Washington alega que no están sujetos a las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), según documentos de la propia institución.
De esta forma, Bruselas sigue los mismos pasos que China al no aceptar que los gravámenes estadounidenses responden realmente a motivos de seguridad nacional.