Economía

La 'extinción' del trabajo en la industria no será el fin del mundo, según el FMI

  • Hay ramas del sector servicios que son más productivas que la industria
  • La desigualdad depende más de cada economía que de los sectores
  • La reducción del peso de la industria ha contribuido poco a la desigualdad
Un ingeniero programa un robot en una planta industrial. Dreamstime

El trabajo del ser humano en la industria es cada vez menos necesario. La automatización de los procesos y la tecnología está desplazando al factor trabajo de un sector que ha sido la clave para el desarrollo económico de casi todos los países que han alcanzado un nivel elevado de ingresos. Ahora, incluso en algunos países emergentes se está produciendo un salto sin precedentes: las economías avanzan desde la agricultura hasta el sector servicios sin pasar por la industria. Este novedoso proceso ha llamado la atención de economistas y expertos por sus posibles consecuencias en la distribución de la renta y el crecimiento. Según el Fondo Monetario Internacional, este proceso tiene poco que ver con esos riesgos mencionados.

En el capítulo 3 del informe del FMI Perspectivas de Crecimiento Mundial, se destaca la continua pérdida de peso del empleo en el sector manufacturero o industria. El salto directo de varios países emergentes hacia una economía de servicios, se produce a la par que "en las economías avanzadas aumenta el trabajo en el sector terciario, lo que refleja la desaparición absoluta del sector industrial para los trabajadores". Los servicios se están expandiendo rápido, incluso en países que no han pasado por la 'industrialización'.

El sector manufacturero ha ofrecido tradicionalmente unos salarios relativamente altos para trabajadores con media o baja cualificación. De modo que la continua desaparición del trabajo en el sector secundario ha avivado los miedos sobre el futuro de ese tipo de ocupados que podrían verse obligados a desempeñar trabajos en el sector terciario pero remunerados.

Una caída de hace décadas

En los países avanzados, el porcentaje de empleo en la industria lleva cayendo alrededor de cinco décadas. No obstante, esta pérdida de protagonismo para el empleo no siempre supone una reducción del peso en la economía o en la producción real del sector manufacturero.

Este sector es muy intensivo en factor capital (maquinaria, tecnología, plantas de producción...) por lo que los avances de estas herramientas están expulsando (o sustituyendo) a los trabajadores o factor trabajo. Sin embargo, la producción real del sector industrial en países como Alemania o EEUU se mantiene relativamente constante desde 1950, según destacan desde la Reserva Federal de San Luis en una publicación sobre la industria en EEUU.

Aunque haya menos trabajadores en el sector, la producción de bienes sigue siendo relativamente similar a la de tiempos pasados, un proceso que se puede extender a otros países que ahora dependen de la industria.

Crecimiento y desigualdad

Otra preocupación que surge con el declive del empleo en la industria es el de la desigualdad de ingresos y el crecimiento económico. "A la gente le preocupa que un sector industrial más pequeño implique un crecimiento económico más lento y la escasez de trabajadores de baja cualificación bien remunerados, lo que podría contribuir a la desigualdad".

Por un lado, el trabajo de los economistas del FMI muestra que algunas ramas del sector servicios (como transporte, telecomunicaciones y los servicios financieras) presentan grandes tasas de crecimiento y de productividad por hora trabajada. Este tipo de actividad y su crecimiento permitirá que los países con menores niveles de productividad iniciales alcancen a los países con mayor productividad. El sector servicios puede servir de puente, al igual que lo ha hecho la industria, para que los países en desarrollo converjan con los avanzados.

"Las ramas del sector servicios altamente productivos (como comunicaciones, finanzas y actividades comerciales) han atraído a los trabajadores más rápido que otros sectores, el cambio de empleo de la agricultura a los servicios desde principios de los 2000 ha beneficiado la productividad laboral agregada en los mercados emergentes y en desarrollo de todas las regiones, y especialmente en el África subsahariana", destacan los economistas del FMI en su informe.

Motivos de la desigualdad

Por otro lado, en lo que respecta a la desigualdad de ingresos "nuestro análisis muestra que el nivel de desigualdad dentro de la industria es algo menor que el de dentro de los servicios. Pero las características intrínsecas de la economía de cada país son las que marcan la diferencia a todos los niveles más que el sector".

El FMI pone de ejemplo a Dinamarca y EEUU. El país nórdico presenta una desigualdad de ingresos muy inferior respecto a la de EEUU en todos los sectores de la economía, "desde la industria hasta el sector servicios.... por lo que el factor más importante que ha incrementado la desigualad en las economías avanzadas ha sido el aumento de la diferencia de ingresos en todos los sectores, mucho más que la disminución del peso del empleo en la industria".

Aún así, la desaparición de los trabajos en la industria puede tener "consecuencias considerables para ciertos trabajadores y sus comunidades, especialmente en las regiones que se han desarrollado como centros industriales de ciertas regiones".

Para garantizar los beneficios inclusivos del cambio estructural, las políticas deberían facilitar la readaptación profesional y de los trabajadores desplazados y reducir los costes de su reasignación. "En resumen, el declive de la industria manufacturera como fuente de empleo no tiene por qué dañar el crecimiento ni aumentar la desigualdad. Pero la clave es lograr que las políticas transitorias y posteriores sean las correctas".

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