
Las pensiones mínimas y no contributivas subirán un 3% con efectos retroactivos, pero el ahorro en el IRPF para las rentas más bajas sólo se aplicará en el segundo semestre del año, una vez se hayan aprobado los Presupuestos Generales del Estado de 2018, algo que, si se consigue, no será antes del mes de julio.
Es decir, los 2,5 millones de trabajadores y el millón de pensionistas que ganan entre 12.000 y 18.000 euros se ahorrarán de media 220 euros este año, frente a los 440 euros anuales que les hubiera correspondido si la deducción por las rentas del trabajo se hubiese aplicado desde el 1 de enero.
Más suerte tendrá la nómina de los funcionarios, que cobrarán un 1,75% más este año, una subida que sí se aplicará con carácter retroactivo, aunque los Presupuestos se aprueben a finales del mes de junio. Lo mismo ocurrirá con la equiparación salarial de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado.
Con este calendario de ejecución, los pensionistas más beneficiados por unas Cuentas que nacen heridas de gravedad son aquellos que ganan menos de 860 euros al mes. Aunque estos suponen más de la mitad de los beneficiarios de prestaciones de jubilación, unos 5,7 millones de pensionistas, se queda fuera el millón de pensionistas que ingresa entre 12.000 y 18.000 euros al año, según los cálculos del Ministerio de Hacienda.
En el caso de las pensiones mínimas y no contributivas, la subida será del 3%. Para las pensiones de viudedad, el alza es del 2%. El incremento se limita al 1,5% para quienes no llegan a 9.800 euros anuales (700 euros al mes) y al 1% para quienes cobran prestaciones de entre 9.800 y 12.040 euros al año (entre 700 y 860 euros al mes). Todos ellos recibirán esos incentivos con carácter retroactivo, siempre que el Gobierno del PP consiga convencer al PNV para que dé el visto bueno a sus Cuentas.
A partir de esa cifra, el Ejecutivo introduce el beneficio para los que tienen los ingresos más bajos a través de rebajas del IRPF. Por un lado, quedarán exentas de tributación las rentas de entre 12.000 y 14.000 euros al año. Las medidas sobre el IRPF se amplían a rebajas fiscales para las rentas de hasta 18.000 euros al año.
Ambas modificaciones solo se aplicarán desde la fecha de aprobación de las cuentas públicas de 2018, algo que contribuirá a que el Departamento dirigido por Cristóbal Montoro pueda bajar impuestos y a la vez cumplir el objetivo de déficit del 2,2% para este ejercicio. Así, el efecto de la rebaja, que el Gobierno estimó en 2.000 millones, se reducirá al menos a la mitad.
Otro tipo de beneficios fiscales comprometido en el proyecto de cuentas pactado con Ciudadanos es el llamado cheque guardería, que supone un incentivo fiscal de hasta 1.000 euros al año, así como el cheque familiar, que ofrece una reducción fiscal de 1.200 euros al año por cónyuge discapacitado y 600 euros al año por cada hijo que exceda el número mínimo de familia numerosa. Todos ellos, por tratarse de impuestos negativos, se aplicarán solo en la parte que corresponda, es decir, durante la segunda mitad del año.
Sí será retroactiva la deducción en el IRPF por gastos de custodia de hijos, que tendrá efectos desde el 1 de enero de 2018. No obstante, este pago no se realizará hasta enero de 2019, por lo que la medida no tiene impacto en la cuantía de los beneficios fiscales.
Más beneficios fiscales
En total, el presupuesto de beneficios fiscales para 2018, es decir, lo que deja de ingresar Hacienda por deducciones y bonificaciones, asciende a 34.825 millones de euros, lo que supone un incremento en términos absolutos de 2.957 millones, un 9,3% más respecto a los beneficios estimados para 2017, según el proyecto de ley presupuestaria. Casi el 23 por ciento de estos beneficios fiscales procederán del IRPF, hasta un total de 7.846,45 millones de euros, lo que supone un incremento del 0,7% respecto al año anterior.