
El Gobierno espera obtener unos ingresos tributarios de 210.015 millones de euros este año, un 6% más que lo recaudado en 2017, y que supone un máximo histórico, lo que permitirá ampliar el gasto social a la vez que se cumple el objetivo de déficit público para ejercicio al 2,2%. Ya el año pasado el Gobierno creía que iba a superar los 200.000 millones de 2007.
El ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, ha explicado en la rueda de prensa tras el Consejo de ministros que el proyecto presupuestario aprobado hoy prevé mejoras en la recaudación de los principales impuestos.
Así, los ingresos previstos para el IRPF ascienden a 82.056 millones, un 6,5% más de lo efectivamente recaudado en 2017; para sociedades, 24.258 millones, un 4,8% más; para IVA, 71.575 millones, un 5,6% más, y para impuestos especiales, 21.612 millones, un 6,4% más. El Impuesto de Sociedades es el único de los grandes impuestos que está lejos de los niveles de 2007, cuando superaba los 40.000 millones de recaudación.
Montoro ha defendido que estas previsiones van en línea con la previsión de crecimiento económico y con la evolución de los salarios, ya que se espera que suban a medida que se consolida la recuperación y se reduce la tasa de desempleo.
Por su parte, el techo presupuestario para 2018 se eleva un 1,3% hasta los 119.834 millones de euros. El presupuesto de gastos no financieros alcanzará los 154.436 millones de euros, lo que supone un 1,6% más que las cuentas de 2017, al tiempo que la financiación de las administraciones territoriales sumará 34.602 millones de euros, un 2,7% más que el presupuesto del año anterior.