Las grandes empresas de Internet no están pagando lo que les corresponde. Esta semana la Comisión Europea comenzará a enmendar las obligaciones de Apple, Amazon, Google o Facebook con el fisco. El Ejecutivo comunitario presentará su esperada propuesta para gravar a las firmas que operan en el mundo digital, algunas de las cuales pagan tan solo el 5% de impuestos, según lleva tiempo señalando el comisario de Asuntos Económicos y Tributarios, Pierre Moscovici.
La Comisión observa que la solución a largo plazo consistirá en lograr un acuerdo sobre la base común consolidada para el impuesto de sociedades. Pero dado el tortuoso camino para lograr la unanimidad de los estados miembros, atascada durante más de un lustro en su mesa, la institución propondrá esta semana un impuesto temporal para generar beneficios que, según los últimos borradores, ascenderá al 3% de los ingresos de las firmas con una facturación de al menos 750 millones de euros.
La propuesta, que seguramente se presentará el miércoles, contará con la simpatía de la calle. "Los ciudadanos piden que estas empresas paguen la parte justa de impuestos que les corresponde", argumentó el pasado septiembre el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, cuyo país ha estado detrás de la iniciativa. París consiguió entonces el apoyo de una docena de estados cuando lanzó la idea, entre ellos Alemania, Italia o España. Pero hay otros muchos miembros de la Unión que no valoran esta nueva intromisión en su soberanía tributaria.
La idea además tampoco gusta en EEUU, patria de las principales empresas digitales del planeta. "Creo que el concepto de un impuesto sobre los ingresos de estas firmas no tiene mucho sentido, y no creo que vaya en la dirección correcta", comentó el pasado otoño el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin. Dejó preparada así la enésima batalla trasatlántica, tras las quejas de Washington al tratamiento que han recibido algunas empresas estadounidenses por parte de Bruselas y las tensiones recientes entre la Administración de Donald Trump y los europeos a raíz de los aranceles al acero y aluminio.
El plan de la Comisión tampoco ha recibido el respaldo de la OCDE. La organización de las naciones desarrolladas coincide en el fondo, pero no en las formas de los europeos. Cree que las empresas de Internet tienen que pagar más impuestos. Pero en una entrevista con este diario el pasado enero, su secretario general, Ángel Gurría, advirtió a los europeos que "no se precipitaran" avanzando unilateralmente en un campo que está siendo discutido en la OCDE y el G20.
La organización presentó el pasado viernes un informe en el que lanzó una crítica directa a los planes de la Comisión antes de que vean la luz del día. Su documento advierte que el impuesto temporal de la UE romperá el consenso internacional, y "probablemente generará algunas distorsiones económicas, temas de doble imposición, un aumento de la incertidumbre y complejidad, costes asociados al cumplimiento para las empresas internacionales y, en algunos casos, podría crear potencialmente conflictos con algunos acuerdos bilaterales sobre fiscalidad".
La OCDE además recuerda las profundas divisiones que ha causado este tema en su seno, lo que complicará alcanzar un acuerdo a medio plazo. "No existe un consenso sobre el mérito o la necesidad de medidas temporales", indica su texto.
Pagan un 9% de impuestos
Moscovici, escoltado por Le Maire y los otros grandes países europeos que apoyan la idea, tendrán la oportunidad de defender la propuesta hoy y mañana en la reunión ministerial del G20 que se celebra en Buenos Aires. Será la primera presentación de la propuesta de la Comisión ante las principales naciones del planeta, y el comienzo de una batalla que se espera larga y difícil.
La Comisión no quiso reaccionar el viernes al informe. Pero en una entrevista con este diario el pasado enero, Moscovici insistió en que las empresas digitales pagan de media un 9% de impuestos, comparado con el 23% de otras firmas, y que los europeos están respetando el diálogo internacional en esta materia, pero la UE tiene derecho a dar un paso más allá al ser un bloque de países más integrado.
Los críticos con la propuesta de Bruselas aprovecharon el informe de la OCDE para volver a la carga. "Los EEUU se oponen firmemente a propuestas de cualquier país que señale a compañías digitales", indicó Mnuchin en un comunicado el viernes.
"Estamos de acuerdo con que la llamada economía digital no debería ser seleccionada", indicó Christian Borggreen, vicepresidente de CCIA Europe, una asociación que incluye a miembros como Google, Facebook o Amazon. Y pidió a la UE que busque una reforma tributaria internacional a través de la OCDE, en lugar de con "acciones unilaterales dirigidas contra plataformas online por razones políticas", afirmó.