Economía

Reducir la brecha salarial sumará seis billones de dólares al PIB mundial

  • La diferencia de sueldos es del 16,2% en la UE y del 14,2% en España
Foto: iStock

El abismo que todavía separa los sueldos entre hombres y mujeres no sólo se ha convertido en un problema social sino también en un lastre para el crecimiento económico. Una situación que resta billones de dólares al producto interior bruto de todo el mundo y de la que los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sacarían un enorme provecho si aunasen esfuerzos para combatirla.

De hecho, según un estudio elaborado por PricewaterhouseCoopers (PwC), si los miembros de la OCDE se plantearan emular el modelo sueco podrían llegar a sumar hasta 6 billones de dólares más a la economía mundial. El análisis sitúa a Corea del Sur como el país con una mayor disparidad salarial de género, con una brecha del 37% frente a la media del OCDE que alcanza el 16. En Suecia esta diferencia es del 13% aunque es Luxemburgo donde existe mayor igualdad, con una brecha de tan sólo el 4%.

Desde el Fondo Monetario Internacional también buscan promocionar los beneficios resultantes de una mayor igualdad de género en lo que al nivel de ingresos y participación en la fuerza laboral se refiere. La institución liderada por Christine Lagarde considera que si la participación femenina en el mercado de trabajo alcanzase el mismo nivel que la masculina, el PIB aumentaría un 5% en Estados Unidos, un 9% en Japón o un 27% en India.

Aún así, el ranking global publicado el año pasado por el Foro Económico Mundial, la igualdad entre trabajadoras y trabajadores no llegará hasta dentro de 217 años, es decir, en 2234, cuando en 2016 estaba previsto que se produciría en el año 2186.

En el caso español, nuestro país empeoró en 2017 en el apartado de participación y oportunidad económica, donde pasó del puesto 72 al 81. Tampoco mejoró en la participación de la mujer en el mercado laboral, donde se mantuvo en el lugar 54. En la igualdad de salarios para un trabajo similar España cayó cuatro escalones, hasta el 122, y también bajó cinco lugares en el área de ingresos estimados. De todas formas, España tiene la misma brecha de género por cerrar que la media de Europa occidental, un 25%. Dicho esto, Islandia, Noruega, Finlandia y Suecia son cuatro de los cinco países más avanzados en cuanto a igualdad de género dentro del Viejo Continente, donde Grecia, Italia, Chipre y Malta tienen aún una brecha de género de más del 30%.

"Las brechas salariales de género contribuyen directamente a la desigualdad del ingreso, y las mayores brechas de género en las tasas de participación laboral dan lugar a desigualdades de ingresos entre los hombres y las mujeres, creando y exacerbando así la desigualdad del ingreso", explica en un estudio, Kalpana Kochhar, directora adjunta del Departamento de Estrategia, Políticas y Evaluación del FMI.

En el mismo también se observa como existe una mayor tendencia a que las mujeres trabajen en el sector informal, donde los salarios son más bajos, lo que amplía la brecha salarial de género y exacerba la desigualdad del ingreso. Además, la desigualdad de oportunidades, como el acceso a la educación, los servicios de salud y el financiamiento, es frecuente entre hombres y mujeres y está fuertemente vinculada con la desigualdad del ingreso.

PwC estima que la diferencia salarial de género podría reducirse si se otorgase una mayor flexibilidad a las mujeres trabajadoras. También fomentaría este hecho en incremento del gasto público en prestaciones familiares para ayudar a las madres solteras a reincorporarse en el mercado laboral o implementar medidas como el permiso parental compartido. El documento concluye que los países con un nivel más elevado de empleadoras tienden a mostrar un nivel de disparidad menor.

Medidas pioneras

Entre los últimos países en tomar las riendas de este problema destaca Islandia. Recientemente, el país nórdico se convertía en la primera nación en contar con una ley que fuerza a las empresas a demostrar que sus empleados ganan el mismo sueldo por el mismo trabajo realizado, con independencia de su género, etnia, sexualidad o nacionalidad. Esta normativa, que entró en vigor el 1 de enero, exige además que las compañías demuestren que han adecuado sus políticas y procesos de pago.

Los especialistas del Grupo sobre Negocios y Derechos Humanos y del Grupo de Trabajo sobre la Discriminación contra la Mujer en la ley y en la práctica animan a otros países a seguir este ejemplo. Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de ONU Mujeres, por cada dólar que ganan los hombres las mujeres reciben 77 céntimos, una brecha que puede ser mayor cuando implica otras formas de discriminación como la raza, la religión, la edad o un bajo nivel educativo

En el caso de Reino Unido, las empresas tienen la obligación de cumplir con una nueva ley que les exige informar acerca de la diferencia entre las remuneraciones de empleados y empleadas. Una obligación que recaerá en las 9.000 compañías inglesas con más de 250 trabajadores en plantilla.

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