Si algo quedó ayer claro en el Congreso de los Diputados es que a Francisco Camps todavía le sobra 'carrete' político. Acudió a la Sala Ernest Lluch en calidad de compareciente de la comisión que investiga la financiación ilegal del Partido Popular, conocida por la comisión Bárcenas, y al 'expresident' valenciano le faltó tiempo para repartir mandobles verbales a diestro y siniestro a cada uno de los partidos que constituyen la oposición. Reiteró que él es una "persona honrada" que hizo las cosas como las tenía que hacer. Camps recordó con una envalentonada oratoria -a pesar de las llamadas de atención del presidente Pedro Quevedo- que la justicia lo único que ha logrado ha sido separarle de las causas a falta de pruebas. Hasta un jurado popular dictaminó veredicto de inocente por el 'caso de los trajes', evocó a Compromís.
Al PSOE, con un tono muy duro, le reprochó que en este tiempo no le haya pedido perdón tras esa sentencia, y tras el recurso presentado por Ximo Puig ante el Supremo, que perdió, condenado a pagar las costas del proceso. Preguntó a los socialistas, no sin cierta retórica, qué opinión les merece la multiplicación de coches oficiales del Gobierno con los independentistas de Mónica Oltra, o las irregularidades administrativas que ha detectado la justicia, aceptando una denuncia por mala gestión que se eleva a 45 millones de euros.
Cansado de las reiteradas ocasiones en las que ERC se refirió a la Comunidad Valenciana como el País Valenciá, Camps, aclaró que en el momento en el que vio publicado en El País una posible financiación ilegal del PP valenciano, convino a Ricardo Costa que le presentara los libros, se sometiera a una auditoria, y diera explicaciones en Génova.
El golpe más duro fue el que Camps asestó a Ciudadanos. Sacó a colación el encuentro que un día tuvo en la calle con Toni Cantó, desvelando que éste le había confesado que había sido "el mejor presidente de la Generalitat". Pero Cantó se olvidó de esa frase y le acusó de mantener a gente que robaba.
Camps, pese a los esfuerzos de la oposición, salió ayer indemne del Congreso.