
La solidaridad entre generaciones es la columna vertebral del sistema de pensiones español, que se rige por el principio de reparto que implica que las cotizaciones de los trabajadores en activo financian las pensiones de los jubilados. La Seguridad Social necesita un equilibrio entre contribuyentes y beneficiarios que se sitúa, con datos del Ministerio de Empleo de cierre de 2017, en 2,23 afiliados por cada pensionista, el menor nivel desde 1999.
La proporción apenas avanzó hasta 2,24 en febrero, cuando el sistema incorporó 81.483 cotizantes, hasta totalizar 18.363.514 ocupados, de acuerdo con las cifras que hizo públicas el viernes el departamento que dirige Fátima Báñez. Recordemos que, según el mismo Ministerio, la nómina de pensiones contributivas de la Seguridad Social alcanzó los 8.925,1 millones de euros el 1 de febrero, cuando se contabilizaron 9.573.282 pensionistas.
Según algunos expertos, el equilibrio en los sistemas de reparto es difícil de sostener cuando la relación entre afiliados y pensionistas es menor a dos. En este sentido, el economista Javier Santacruz estima que la relación ideal se sitúa "por encima de 2,5", un nivel que se superó "en pleno apogeo económico", en 2007, y que, desde entonces, no ha hecho más que caer. Tanto que se aproxima, "de manera preocupante, a las cifras que se registraron durante la crisis que atravesó el sistema en los años noventa".
Fue precisamente entonces cuando nació el Pacto de Toledo, con el fin de elaborar un informe sobre los problemas y las reformas del sistema de la Seguridad Social, en un momento en el que el gasto en pensiones contributivas pasó del 5,6% del PIB al 8,4% de 1980 a 1995, y la relación entre afiliados y pensionistas disminuyó desde 2,7 hasta 2,1, según recuerda un informe del Banco de España.
Pero la situación pinta ahora "peor", porque más que en la relación entre contribuyentes y beneficiarios, la clave, recuerda Santacruz, está en que el déficit del sistema es hoy más elevado que en aquellos años "porque las bases de cotización crecen menos que las pensiones" y esto provoca un "desfase de cuantías".
"Influye, además, que existen las denominadas tarifas planas y las bonificaciones a la contratación, y, por supuesto, que los salarios de entrada al mercado laboral son hoy más bajos", especifica Santacruz.
Coincide con él su colega Miguel Ángel Bernal, quien añade, no obstante, que eso son cuestiones "a corto plazo", y el "verdadero y grave problema del sistema es el envejecimiento de la población". El profesor incide en que en los próximos años el número de pensionistas por jubilación repuntará considerablemente, al producirse el retiro de la generación del baby boom, y se apoya en un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) para advertir de que el porcentaje de población mayor de 65 años, que actualmente se sitúa en el 19%, pasaría a ser el 25% en 2029 y de casi el 40% en 2064.
El PIB apunta al 3%
En este contexto, mantener un fuerte ritmo de creación de empleo es fundamental para garantizar la sostenibilidad del sistema, y así se encarga de recordarlo el Gobierno siempre que tiene ocasión.
Los datos que difundió el viernes reflejan un crecimiento de la afiliación del 3,47% en febrero en relación al mismo mes de 2017, "buena señal de que el PIB mantiene su impulso en el entorno del 3%", anticipa Santacruz.
En total, en el último año el sistema ha ganado 615.259 ocupados y han abandonado la cola del paro 280.628 personas, a un ritmo de caída interanual del 7,5%, lo que ha dejado el total de desempleados en 3.470.248 personas.
Solo en febrero, la creación de 81.483 empleos vino acompañada del número de desempleados registrados en las oficinas de los servicios públicos de 6.280 personas. Respecto a enero, la afiliación creció sobre todo en educación, que sumó 32.013 trabajadores, seguida de la hostelería, con 21.312 nuevos ocupados, la construcción (21.015) y la industria manufacturera (15.323).
Respecto al desempleo, se redujo en el segundo mes del año en 15.133 personas en el sector servicios, en 4.010 en la industria y en 3.800 en la construcción, mientras se incrementó en 10.846 parados en agricultura y pesca y en 5.817 en el colectivo sin empleo anterior.
El secretario de Estado de Empleo, Juan Pablo Riesgo, valoró estos datos avanzando que "ya ha comenzado la fase estacionalmente positiva del año", con lo que augura buenas cifras para los próximos meses, tras el resbalón propio del mes de enero por el fin de la campaña navideña.
CEOE liga el alza salarial a bajar las cotizaciones
Mientras los sindicatos denuncian la "precariedad" del mercado laboral, con especial incidencia entre las mujeres, que suponen el 58% del paro, desde la CEOE valoran que se avanza "hacia la estabilidad en el empleo". Para la patronal, la "rebaja generalizada" de las cotizaciones sociales es "prioritaria para estimular la contratación, permitiendo una reducción de los costes laborales que posibilite aumentos salariales y creación de empleo estable.