
Los aeropuertos gestionados por Aena rozaron en 2017 los 250 millones de pasajeros, batiendo un nuevo récord histórico. La cifra mejoró más de un 8% frente a 2016, con sólo dos aeropuertos en números rojos (Salamanca y Valladolid), y más de un 18% si se compara con los datos de hace una década.
Pero la mejoría respecto a los niveles previos a la crisis no es generalizada, sino que se circunscribe a los grandes aeropuertos. De las 48 instalaciones gestionadas por Aena, una veintena siguen sin haber recuperado las cifras de pasajeros del año 2007 y una decena de ellos registran caídas superiores al 40% respecto a ese ejercicio. La mayoría de ellos son aeropuertos pequeños y medianos, muchas veces en el interior. Por el contrario, los 16 mayores aeropuertos han recuperado los niveles de tráfico de hace una década, incluyendo Barajas, que no lo había hecho hasta este año.
De los aeropuertos medianos, que registran entre uno y dos millones de pasajeros, la mayoría no está aún en las cifras de tráfico de hace una década. Pese a la mejoría del año pasado, el de Girona ha perdido más de la mitad de sus pasajeros de 2007 y también el de Murcia-San Javier ha retrocedido un 40%, pese al récord turístico. También han perdido viajeros respecto a los niveles previos a la crisis, los de Asturias, A Coruña, Vigo, Jerez, Reus y Almería, aunque todos ellos mejoraron sus cifras en 2017.
Los aeropuertos del interior registran fuertes caídas frente a 2007
Pero el peor resultado corresponde a los aeropuertos que tienen menos de un millón de pasajeros, en su mayoría situados en el interior, que están, por lo general, muy lejos del número de viajeros de antes de la crisis. El de Albacete es el que más ha caído, con un retroceso de más del 90% respecto al nivel de 2007, aunque también han perdido la mitad de tráfico de entonces los de Huesca (-81%), Salamanca (-76%), León (-72%), Pamplona (-67%), Logroño (-64%), Valladolid (-55%) o Burgos (-54%).
Con caídas similares aunque con situaciones diferentes están otros dos aeropuertos: Córdoba, que registró un descenso de pasajeros del 64% respecto a 2010. En su caso, el aeropuerto ha estado especializado en trasplantes hasta la apertura de la segunda pista hace unos días. Sin embargo, la inauguración no ha venido acompañada por una oleada de nuevas rutas hacia este aeropuerto, así que habrá que esperar a los próximos meses para ver cómo evoluciona.
También Vitoria ha perdido más de la mitad de usuarios pero es la cuarta instalación de Aena en tráfico de mercancías, con un crecimiento del 16% en el último año.
En el extremo contrario están los grandes aeropuertos. Todas las instalaciones que registran más de dos millones de usuarios al año crecieron tanto el año pasado como respecto a las cifras previas a la crisis. Ibiza (+65%) y Alicante (+50%) son los que registran un mayor incremento respecto a los niveles de hace diez años gracias al fuerte impulso del turismo. También Barcelona-El Prat registra un crecimiento superior al 40% respecto al nivel de 2007. De hecho, en 2007, el aeropuerto de Barcelona tenía 20 millones de pasajeros menos que Barajas (52 frente a 32 millones), mientras que en 2017 la diferencia entre ambos aeropuertos se redujo a 6 millones (53 frente a 47 millones de usuarios).