
Empleo baraja un plan para que las empresas de más de 250 trabajadores hagan auditorías permanentes para controlar la brecha salarial entre hombres y mujeres. El Ministerio busca el consenso de los agentes sociales, y la patronal ya expresa reticencias. Son comprensibles sus reservas ante una medida que implica más costes. Ahora bien, la diferencia del 15 por ciento que España muestra en cuanto a remuneración de hombres y mujeres que ejercen la misma labor es intolerable, y las auditorías de Empleo la atacan directamente.
Pueden buscarse fórmulas con objeto de que su aplicación sea menos onerosa, como definir un periodo de adaptación para las empresas, pero lo fundamental es que una medida como ésta, que ataja una injusticia laboral, prospere.