Economía

La UE evalúa el encaje comercial tras el Brexit con una May en horas bajas

  • Angela Merkel critica la "solidaridad selectiva" en el reparto de refugiados
La primera ministra británica, Theresa May.

La transición de las negociaciones del Brexit al análisis del encaje comercial monopolizó el último Consejo de la UE del año, pero la humillante derrota sufrida por Theresa May 24 horas antes en el Parlamento dominaba el ambiente entre unos líderes que cuestionan que la primera ministra británica pueda completar la salida en casa con éxito.

La división entre los conservadores permitió fructificar una enmienda que dará validez legal al "voto significativo" que el Gobierno había prometido a Westminster, una vez completado el acuerdo con Bruselas. Este estatus significa que la implementación del pacto final deberá aguardar la autorización parlamentaria, lo que redistribuye el equilibrio de fuerzas.

De hecho, la cumbre evidenció la inquietud entre los Veintisiete por la tendencia de May a variar el discurso dependiendo de en qué orilla del Canal de la Mancha se encuentre. Como la plana mayor comunitaria ha advertido ya, lo difícil empieza ahora, con las conversaciones sobre la futura relación, por lo que resulta desalentador que la primera pieza legislativa del Brexit haya topado problemas.

Esta jornada, los líderes de la UE se reúnen ya sin May para evaluar su estrategia ante la nueva fase y apuntalar una unidad que será clave para la defensa de sus intereses.

Ayer, la cumbre estuvo marcada por la tensión sobre la gestión migratoria. La canciller alemana, Angela Merkel, criticó de insuficientes las propuestas del presidente del Consejo de la Unión Europea, Donald Tusk, en materia de inmigración. "En mi opinión, no puede haber una solidaridad selectiva entre miembros de la Unión Europea", dijo la mandataria conservadora. Se refería a la polémica por un reparto más justo de refugiados entre los países miembros. Tusk había calificado esta semana de "ineficaz" el actual reparto de refugiados entre los países de la UE.

Hoy, con Mario Draghi, presidente del BCE; y Jeroen Dijsselbloem, en su último mes al frente del Eurogrupo, se discutirá sobre las reformas económicas y la necesidad de profundizar en la integración de la Eurozona. Tusk ha priorizado un presupuesto común y un ministro de Finanzas para la eurozona.

Al respecto, la canciller indicó que su intención era poner sobre la mesa en este debate la importancia de "no hablar sólo de dinero", sino también de otras cuestiones, como "competitividad" y "eficiencia".

Lo cierto es que todo quedará en el aire durante un semestre, mientras las conversaciones para formar un eventual Gobierno que desbloquee la crisis política abierta en Alemania tras las elecciones de septiembre permanezcan abiertas, Merkel no se comprometerá a nada.

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