
Sorpresa. Las autonomías acumulan una deuda de 237.000 millones de euros, sí, pero lo cierto es que la cantidad sería mucho más abultada si hubiera tenido que pedir prestado por su cuenta y riesgo y no hubiera recibido la ayuda del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y de sus mecanismos de financiación autonómica. Estos -el más famoso es el FLA- han provocado que el coste de financiación regional sea del 1,4% frente al 2,6% de interés medio que paga el Tesoro español desde una posición fiscal bastante más saneada que la de algunas administraciones autonómicas.
Son las conclusiones a las que llegan Salvador Jiménez y Carmen López en el último número de Cuadernos de Información Económica de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), que ponen de relieve cómo ese coste de financiación regional ha pasado del 3,64% en 2012 al 1,4% actual gracias a tres factores: el elevado peso de los préstamos en las carteras de deuda autonómica; su poca disposición aumentar la vida media de esas carteras de deuda (empeño por financiarse a corto plazo); y la dependencia del FLA o la Facilidad Financiera, que ha gozado siempre de unos tipos de interés sustancialmente inferiores a los del Tesoro español.
Jiménez y López recuerdan que desde el año 2014, Montoro ha permitido que esos tipos se sitúen, siempre, por debajo del 1%, un porcentaje irrisorio cuando se trata de préstamos a corto plazo (como es el caso). Sin el Estado, el coste a abonar por captar deuda hubiera sido mayor, especialmente en el caso de comunidades con serios problemas fiscales como Cataluña, Comunidad Valenciana o Murcia. Hacienda, de hecho, reconoce esta cuestión y llega a cifrar en más de 47.000 millones de euros la cantidad que las administraciones regionales se han ahorrado y van a ahorrar con los préstamos del FLA.
Cataluña, la más beneficiada
Y la dependencia de Hacienda y de Montoro arroja otra conclusión aún más relevante. Esas autonomías en una posición fiscal aún más deteriorada que la del resto han ahorrado incluso más dinero. Jiménez y López dejan claro en su estudio que su coste medio de financiación actual se sitúa, "salvo excepciones, claramente por debajo del 1%". En el caso de Cataluña, con una deuda que supera los 71.000 millones, resulta vital para su sostenibilidad a corto, medio y largo plazo.
Ese extraño hecho se produce, a su juicio, "gracias a las extraordinarias condiciones de los fondos estatales", si bien ha influido el hecho de que las regiones con mejor calificación crediticia también han captado en los mercados deuda a plazos largos y tipos fijos bajos, garantizándose costes muy favorables durante un largo periodo de tiempo.
Así, y en esta ocasión, la dependencia más absoluta del Estado le ha salido más que rentable a las autonomías más incumplidoras de las metas de déficit y deuda pública. De ahí que Hacienda, ahora, se oponga a contemplar la posibilidad de permitir quitas como la que solicita Miquel Iceta, candidato del PSC, para Cataluña, de 52.500 millones de euros. "Tomar decisiones unilaterales con una sola comunidad y perdonar deuda enviaría una señal muy negativa a los mercados", advierten fuentes del gabinete de Montoro a este periódico.