Esta tarde los estados miembros de la UE elegirán las ciudades que se quedarán con las dos jugosas agencias comunitarias que acoge Londres, y que se trasladarán a raíz de la salida del Reino Unido de la Unión. Tras una intensa campaña, el Gobierno no tiene muchas esperanzas de conseguir la Agencia Europea del Medicamento para Barcelona. Por no decir ninguna. Dublín, Malta y Zagreb se retiran de la carrera para acoger la sede.
Las fuentes consultadas por elEconomista en Bruselas y las capitales coinciden en apuntar a Bratislava (Eslovaquia), con el apoyo de Viena, como la ganadora. La Autoridad Bancaria Europea, la otra agencia en liza, podría terminar en Fráncfort (Alemania).
Barcelona sacaba algún cuerpo de ventaja al cumplir casi como ninguna otra todos los requerimientos técnicos fijados, además de ser la preferida para el personal. Cuando la agencia fue a Londres a mediados de los 90, la ciudad condal ya se había quedado a las puertas. Esta vez, en su contra tan sólo jugaba el elevado número de agencias y centros comunitarios en España, hasta cinco.
Pero la embestida independentista parece que se va a llevar por delante también la sede del poderoso regulador de los fármacos del mercado común. Según las fuentes consultadas, es el desafío del cesado Govern es la razón para que se hable casi de una batalla perdida.
Antes de la escalada final del Govern de Junts per Sí a la vuelta del verano, el Gobierno central, Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona se felicitaron de la buena sintonía y coordinación, como quedó a la vista en su visita a la sede actual de la agencia en Londres a principios de mayo.
Pero en esa reunión con los responsables de la agencia quedó patente hasta qué punto los planes independentistas representaban un tiro en el pié para la candidatura. El ahora cesado 'conseller' de Salud, Antoni Comín, descartó que el procés se fuera a detener debido a la elección de la agencia, al describirlos como fenómenos independientes. Dado que una Cataluña independiente saldría de la UE, y por lo tanto no podría acoger sus agencias regulatorias, el empuje independentista del Govern alejó al mismo tiempo el sueño de conseguir una agencia comunitaria para la capital catalana.
Las imágenes del referéndum y de la actuación policial, y la inestabilidad política generada desde entonces, además de la esperpéntica fuga a Bruselas del cesado presidente Carles Puigdemont, no aportan la estabilidad necesaria para mantener la lucha contra las 19 candidatas.
A pesar de la fuerza de algunas como Amsterdam o Milán, las quinielas apuntan a Bratislava, tal y como había sugerido hace días el diario Financial Times. Incluso algunos apuntan a que la capital de Eslovaquia ha contado con un apoyo adicional por parte de la Comisión Europea. Fuentes comunitarias subrayan que el análisis técnico de la Comisión de las candidaturas fue "el más objetivo posible", y recuerdan que la institución fue criticada por no haber dejado una impronta más profunda con la elaboración de un ranking de las candidatas.
El sistema de votación, con tres rondas, también beneficia a Bratislava, ya que se espera que los socios del Este le apoyen en la segunda votación, una vez hayan caído sus propias apuestas. A pesar de darlo casi todo por perdido, y parafraseando a Picasso, España quiere quiere que el milagro le sorprenda trabajando. Por eso, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, realizó un último empuje durante la cumbre extraordinaria celebrada el pasado viernes en Gotemburgo (Suecia).
Se reunió con el primer ministro de Bélgica, Charles Michel, para intercambiar apoyos en esta elección y en la del nuevo responsable de Europol. La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, también viajará hoy a Bruselas para el empujón final. Comín lleva días en la capital belga. Pero su batalla ya no es por llevar la agencia a Barcelona, sino por evitar que él sea trasladado a España, tras haber sido reclamado por la justicia española por la declaración de independencia.
