Economía

La CUP desoye a Puigdemont y concurrirá en solitario al 21-D

  • La formación acudirá a las urnas pese a considerar "ilegítimas" las elecciones
Anna Gabriel (CUP). Foto: Efe

La CUP decidió ayer concurrir a las elecciones catalanas del 21 de diciembre tras una votación asamblearia en la que más del 91 por ciento de sus miembros votó a favor de participar en unos comicios que el grupo independentista y anticapitalista considera "ilegítimos" al haber sido convocados por Madrid tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

"(La asamblea de la CUP) ha decidido concurrir a las elecciones ilegítimas del 21-D y liderar una candidatura lo más amplia posible, claramente rupturista, independentista y de izquierdas", aseveró el partido a media tarde de ayer a través de la red social Twitter. En concreto, un 64 por ciento de la Asamblea de la formación radical optó por la vía de concurrir en solitario, mientras que el resto repartió sus votos entre otras dos opciones.

La primera proponía que la formación apostara por una lista ciudadana de país, sin políticos, destinada a ganar en votos y escaños con el objetivo de no convocar Gobierno y provocar elecciones constituyentes (se entiende que de la república catalana) al cabo de tres meses. Apenas un 12,5 por ciento de los presentes ayer votaron por esa opción, que también incluía la posibilidad de lograr, si no conseguían convocar constituyentes, un acuerdo político lo más amplio posible "pero que parta de la defensa de la independencia, de la República y de la justicia".

La segunda posibilidad, que recibió un 21,7 por ciento de los votos y que también fue rechazada, planteaba una apuesta por participar en una coalición o lista lo más amplia posible que defendiera la república, amnistía, y libertad para los presos políticos, defendida por Carles Puigdemont y las organizaciones civiles independentistas.

Por tanto, la decisión adoptada por la abrumadora mayoría de más del 64 por ciento de concurrir en solitario a las elecciones "ilegítimas" convocadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, supone un importante golpe para el ex presidente catalán, quien lleva dos semanas reclamando de Bruselas una lista unitaria de las formaciones independentistas liderada por él mismo.

Ascensión fulgurante

Las elecciones del 21 de diciembre, que forman parte de las medidas de intervención del Gobierno de Rajoy en Cataluña para frenar el desafío soberanista, habían puesto en un dilema a la CUP (Candidatura de Unidad Popular) y a las otras dos formaciones que en conjunto daban mayoría al independentismo en el disuelto Parlament.

Los tres grupos secesionistas tenían que elegir entre presentarse a un proceso electoral organizado por un Estado cuya autoridad rechazan o dejar el Parlamento y el gobierno regional en manos de los partidos a favor de la pertenencia a España, además de renunciar a la financiación y a las subvenciones que otorga la política institucional.

En la decisión final de la Asamblea de la CUP también puede haber influido su positiva perspectiva electoral. Con diez diputados en el Parlament de Cataluña en la última legislatura, las posibilidades de esta joven formación antisistema ahora pueden ser mucho mayores por las fisuras en el seno del PdeCAT, donde conviven partidarios de la moderación y defensores del rupturismo y la desobediencia; y los problemas de liderazgo en ERC, con su cabeza de lista electoral, Oriol Junqueras, en prisión decretada por la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamena.

El PdeCAT, la gran incógnita

El escenario electoral empieza a aclarse, a solo cuatro días -el plazo expira el próximo jueves- de que las candidaturas queden completamente definidas. Primero fueron los partidos constitucionalistas los que definieron sus listas, encabezadas por Xavier García Albiol en el caso el PP; Miquel Iceta por el PSOE; e Inés Arrimadas, líder de la oposición en la última legislatura, por parte de Ciudadanos.

Este mismo fin de semana ERC decidió, al igual que la CUP, concurrir en solitario al 21-D con Oriol Junqueras como número 1. De esa forma, la única formación que queda por definirse es el PdeCAT, a quien todas las encuestas sitúan como gran perdedora de los próximos comicios (cabe recordar en este punto que ha sido el partido hegemónico en el Govern desde bace casi cuarenta años a excepción de dos legislaturas.

Este martes, el partido celebrará el consejo en el que definirá su candidatura con las costuras totalmente rotas. Santi Vila, ex consejero de Empresa, ya ha manifestado que no se prestará a ir en una lista que opte por declarar la independencia o tomar decisiones unilaterales. Mientras, el ex presidente Puigdemont puede terminar encabezando algún otro partido con organizaciones cívicas y otros actores del llamado procés. Ayer mismo la ANC aseguró, a través de un comunicado, que apoyará la lista del hoy huido a Bélgica.

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