
La economía española levantó el pie del acelerador durante el tercer trimestre del año, pero manteniendo su ritmo de mejora constante. De acuerdo con el Ecobarómetro, de elEconomista e Informa D&B durante del tercer trimestre la coyuntura se reforzó en 0,42 puntos; exactamente al mismo ritmo que en el segundo trimestre del 2017, pero con menor fuerza que entre enero y marzo. Esta moderación confirmaría los datos adelantados por el INE, que estima un crecimiento del 0,8 por ciento en el trimestre, pero tampoco estaría reflejando todavía el daño económico de la crisis catalana. "El impacto económico agregado todavía no se registra", apunta José Antonio Teijelo, director de desarrollo corporativo y relaciones internacionales de Informa D&B, que, no obstante, insiste en que la moderación del crecimiento no rompe la tendencia a mejor del conjunto de la economía española. "La coyuntura continúa yendo bien y en Cataluña realmente las cifras todavía no reflejan el impacto de la crisis política. Es, de hecho, una de las comunidades que refuerza su solvencia por encima de la media", añade.
Por tanto, el viento de cola de la recuperación económica no ha dejado de soplar para el conjunto de la economía española, lo que abre la puerta a que una reducción de la crisis política no altere de forma significativa su dinamismo.
En su informe de estabilidad financiera del mes de noviembre, el Banco de España, realizaba un análisis de sensibilidad en el que pronosticaba que, si en el primer trimestre de 2018 -en el que previsiblemente ya se habrán celebrado las elecciones del 21-D-, se regresara a una situación de normalidad política, el impacto económico entre 2018 y 2019 de la crisis sería menor a 0,5 puntos del Producto Interior Bruto. Por el momento, excepto por la pérdida de dinamismo y porque la economía española ha aprovechado menos que el año pasado, cuando el Ecobarómetro mejoró 0,75 puntos, el trimestre más brillante para el turismo -uno de nuestros pilares económicos-, las señales de alerta son moderadas.
El problema empresarial
Los datos de creación de empleo del tercer trimestre tampoco reflejan que, por el momento, las empresas estén ralentizando el ritmo de contrataciones. Durante el segundo trimestre, la economía española marcó un récord en el ritmo de aumento de plantillas desde que se calcula el Ecobarómetro (primer trimestre de 2016), al mejorarla a un ritmo del 7,2 por ciento. En el tercer trimestre, este buen tono se mantuvo, por lo que habrá que espera a los datos de la última parte del año para valorar si la crisis en Cataluña ha tenido un impacto en la generación de empleo en el conjunto de la economía. "Puede ser en el cuarto trimestre cuando el efecto de la menor creación de empresas sí que se transmita en un ritmo inferior en el empleo", señala José Antonio Teijelo.
En septiembre, el ritmo de creación de empresas sí se ha visto dañado por las dudas. De acuerdo con datos de Informa, la puesta en marcha de nuevos negocios se redujo un 8 por ciento en la media española y un 34 por ciento en Cataluña. Aunque en el conjunto del tercer trimestre este fuerte descenso no repercute de forma significativa en la proporción de nuevos negocios que produjo Cataluña -un 20 por ciento del total en España- sí reduce de forma importante la participación durante el mes de septiembre, cuando Cataluña ya sólo aportó un 16 por ciento de las nuevas empresas que nacieron en el conjunto de la economía española.
"Esta caída constataría la pérdida de dinamismo de Cataluña frente a la Comunidad de Madrid, que ya generó un 23 por ciento de las nuevas empresas entre julio y septiembre", apunta el director de desarrollo corporativo y relaciones internacionales de Informa D&B.
Fortaleza de la industria
La moderación de la mejora de la coyuntura económica, no obstante, todavía no ha repercutido negativamente en la capacidad de pago del conjunto de los sectores empresariales. De hecho, excepto en la industria extractiva, la solvencia se refuerza en todos los segmentos, y el salto del sector industrial es especialmente relevante, ya que es el que mejora con más fuerza (0,70 puntos) durante el tercer trimestre. La hostelería, favorecida por el impacto del turismo durante los meses de verano, se colocaría en el segundo lugar; sí bien continúa siendo uno de los sectores cuyas probabilidades de impago superan a la media. También se refuerza de manera significativa el sector agricultor, coincidiendo con la temporada de vendimia, que en algunas comunidades se cerró a finales de septiembre.
A pesar de la moderación económica, los sectores cíclicos continúan siendo los más activos en cuanto a creación de empresas, lo que es un indicio de que, aun con la crisis catalana, no se ha frenado la expectativa de que la economía española continúe expandiéndose. En este sentido, entre julio y septiembre el sector constructor e inmobiliario fue el que registró una mayor actividad en creación de empresas, manteniendo una tasa muy similar a la registrada durante el segundo, cuando alcanzó el 22 por ciento. Justo por detrás, y también con un importante dinamismo en creación de empresa, se situó el sector comercial; que se podría ya estar preparando para la campaña de Navidad, tras un verano positivo para el turismo.
De hecho, a nivel empleo, la tasa de contrataciones del comercio aumentó durante el tercer trimestre, al alcanzar el siete por ciento, aunque se mantuvo ligeramente por debajo de la media española. En este ranking, son educación, sanidad y hostelería los segmentos empresariales que más están engrosando sus plantillas.
De acuerdo con Informa, a 30 de septiembre, el número de empleados que estas empresas habían comunicado al Registro Mercantil era un 11 por ciento más elevado que hace doce meses.
Para José Antonio Teijelo, el ritmo de creación de empleo puede ser clave para tomar el pulso al impacto en la economía real de la crisis catalana. Este experto cree que la verdadera voz de alerta la daría una ralentización significativa justo en sectores que no son cíclicos. "Que se mantenga el empleo industrial sería un muy buen síntoma a medio plazo", señala.
En Cataluña, la industria cuenta con un peso económico más imperantes que en otras comunidades autónomas y su ritmo de creación de empleo fue ligeramente inferior al del conjunto de la economía española durante el tercer trimestre de 2017 (la tasa de incremento fue de un cinco por ciento, frente a un seis por ciento de la media del conjunto del país).
Otro sector que se quedó rezagado en Cataluña es el hostelero. Durante el tercer trimestre, la tasa de contrataciones se quedó en el 6 por ciento, cuando durante el segundo trimestre el crecimiento de la plantilla a 12 meses era más elevado; del 9 por ciento.