Economía

La exportación avanza el 9,1% este año tras el mejor agosto de la historia

Las ventas españolas al exterior rozan los 270.000

millones en los últimos doce meses, cifra inédita. La importación también marcha a ritmo récord y engorda el déficit comercial hasta 16.400 millones.

La internacionalización es, probablemente, la lección de la crisis que mejor hemos aprendido en nuestro país. Algo que queda demostrado por el avance de las exportaciones, que siguen batiendo todas las marcas. Según los datos del último informe mensual de comercio exterior difundido por el Ministerio de Economía, relativo a agosto, las ventas de nuestras empresas al exterior rozan los 270.000 millones en el último año, cifra nunca antes alcanzada.

En ese magnífico dato ha tenido mucho que ver el mejor agosto de la historia. Durante ese mes la exportación superó los 19.200 millones, 1.600 millones más que en el mismo periodo del año anterior. El acumulado de 2017 deja también un registro histórico. Desde el 1 de enero las ventas superan los 182.000 millones y firman un avance del 9,1 por ciento respecto al año precedente, lo que anticipa, salvo desastre, que este ejercicio se convierta en el octavo consecutivo en que mejoran las exportaciones.

Es posible, incluso, que la cifra total de ventas del conjunto del año se sitúe en torno a los 275.000 millones, un 45,5 por ciento más que en 2008, cuando se desató la tormenta económica a raíz de la quiebra de Lehmann Brothers. Por contra, las importaciones -que también avanzan con inusitado vigor- han crecido mucho menos en ese periodo. Si en 2008 compramos al exterior por valor de 283.000 millones, este año caminamos hacia los 295.000 millones, apenas un aumento del 3,5 por ciento.

Conviene no fiarse

Que las ventas hayan crecido 15 veces más que las compras explica cómo la posición de España ante el mundo ha cambiado por completo. De un déficit comercial que bordeó los 100.000 millones de euros en periodo de bonanza, hemos pasado a otro que no llega a suponer ni la cuarta parte (24.400 millones en los últimos doce meses). Ahora bien: las estadísticas de Economía invitan a no fiarse y a huir del cualquier tipo de complacencia. Las compras siguen siendo demasiado elevadas, una prueba de que el consumo aún pesa demasiado en la composición de nuestro PIB,

Y es que de enero a agosto de este año las importaciones superan los 193.000 millones, cifra prácticamente similar a la que registrábamos en los años del boom inmobiliario. El crecimiento es del 11 por ciento respecto al acumulado de los ocho primeros meses del año pasado, con el correspondiente impacto en el déficit comercial acumulado. Si a finales de agosto de 2016 ese déficit era inferior a 11.000 millones, ahora toca los 16.400, un peligroso avance del 50 por ciento.

Es de esperar, aún así, que las compras comiencen a moderarse en cuanto el PIB, tal y como está estimado, pierda vigor. Si el crecimiento actual supera el 3 por ciento, el Ejecutivo cree ahora que se limitará al 2,3 por ciento en 2018, lo que indudablemente se deberá a una aportación menor de la demanda interna.

Europa sigue fiel

Respecto a la composición de nuestros intercambios comerciales, Europa continúa siendo prioritaria para España. De enero a agosto, siete de cada diez euros de los que vendimos al exterior llegaron a alguno de nuestros vecinos, la mayor parte de los mismos a la Unión Europea (el 65 por ciento del total de las ventas). Francia, Alemania e Italia continuaron siendo nuestros principales clientes.

Mientras, las exportaciones a América se situaron en el 10,8 por ciento sobre el total, y las destinadas a Asia, en el 9,3 por ciento. Hoy por hoy, el continente asiático es el que más impacta en nuestro déficit comercial, pues las importaciones multiplican hasta por diez nuestras ventas en el caso de países como Vietnam, o por cinco en el caso del gigante chino.

La estructura de las compras es, aún así, similar. De Europa importamos el 60 por ciento de la factura total y de América, con la que casi estamos en equilibrio, poco más del 10 por ciento. El gran cambio se produce respecto a Asia, de la que importamos más de un 20 por ciento de casi 200.000 euros comprados al exterior durante los ocho primeros meses del año.

Mientras, y ya por productos, los bienes de equipo continúan siendo la punta de lanza de nuestras ventas (una quinta parte), y en claro avance, pues exportamos casi un 10 por ciento más de los mismos este año respecto al ejercicio anterior. Le siguen, de cerca, el sector de alimentación y bebidas (16,9 por ciento del total) y el del automóvil (16,3).

Respecto a qué cosas compramos del exterior, los bienes de equipo rebasan el 21 por ciento; y le siguen los productos energéticos, con más del 13,5 por ciento (y cuya factura se ha encarecido un 43 por ciento).

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