
La República Checa es uno de los países de la Unión Europea que más ha progresado en un menor espacio de tiempo. La renta per cápita en paridad de poder adquisitivo ha pasado de 17.600 euros en 2004 (año de entrada en la UE) hasta los 25.700 euros en 2016, superando a Portugal o Grecia y pisando los talones a España. A pesar de ello, Andrej Babis, un multimillonario con tintes antieuropeos, es el favorito para ganar las elecciones checas este viernes. | La República Checa elimina el techo de la corona con el euro tras cuatro años
Este empresario y político podría ser una nueva amenaza para a unidad de Europa, en las encuestas es claro favorito para ganar las elecciones este fin de semana. Aunque no es un antieuropeísta al uso, sí aprovecha sus intervenciones para criticar el funcionamiento de la UE y de las "élites" que la dirigen. Mientras que entrar en el euro no sería un paso en la dirección correcta, puesto que la soberanía monetaria es parte de independencia económica que defiende el magnate.
Babis no promete ni defiende una salida de Praga de la UE, pero cree que este organismo debe cambiar de forma radical. Muchas políticas, directivas y decisiones que emanan de la unión recuerdan a la Unión Soviética, según este empresario. Las cuotas, regulaciones e impuestos son enemigos de la libertad, y cómo no, entre sus propuestas económicas las bajadas de impuestos generalizadas es uno de los baluartes.
Jiri Pehe, analista político y director de la Universidad de Nueva York en Praga, señala en declaraciones a The New York Times que "Babis es como Donald Trump, de verdad". Su partido político se conoce como ANO (Akce nespokojených obcanu o Acción de Ciudadanos Insatisfechos).
Levantar grandes fronteras
Por supuesto, el multimillonario eslovaco está absolutamente en contra de las cuotas de inmigrantes y cree que la OTAN debería sellar sus fronteras para mantener alejados a los extranjeros.
Desde Bloomberg destacan que la victoria de Babis podría aislar a la República Checa del eje central de la UE, y además reforzaría al sector más crítico, formado en la actualidad por Polonia y Hungría.
Al igual que Trump en EEUU, Babis goza de gran popularidad a pesar del conflicto de interés que supondría llegar a ser primer ministro y dueño de un holding agrario que le ha convertido en la segunda mayor riqueza del país.
Gestionar el país como una empresa
Sin embargo, uno de los pilares del discurso de Babis está basado en el modelo de gestión económica del pais. Este empresario eslovaco argumente que su inteligencia para hacer negocios puede ser perfectamente extrapolada a la gestión de un país.
Babis fue ministro de Finanzas entre enero de 2014 y principios de este año, cuando todo el gobierno checo dimitió en bloque, precisamente por las acusaciones sobre fraude fiscal contra Babis, que ocupaba ese ministerio como parte del acuerdo de su partido con los socialdemócratas para gobernar la República Checa.
No obstante, algunas de las medidas promovidas por este empresario durante su periodo de ministro fueron muy bien acogidas por el pueblo, como por ejemplo la informatización obligatoria de los sistemas de pago de las empresas, que redujo de forma drástica la evasión fiscal.
Al igual que el resto de movimientos populistas, Babis se presenta como el paladín de la lucha contra la corrupción. En las últimas elecciones obtuvo el 18,7% de los votos, logrando 47 escaños de los 200 que estaban en juego.
Estos buenos resultados que probablemente mejorarán este fin de semana se deben en buena medida al tono revolucionario y de cambio del ANO, que también significa 'sí' en checo. Su eslogan es sencillo: "Las cosas mejorarán", pero ha calado en la población checa.
Un partido populista, con un mensaje revolucionario y que pide cambio está cerca de gobernar en uno de los países que ha prosperado más rápido tras su adhesión a la UE y que tiene la tasa de paro más baja de Europa. Un caso curioso cuanto menos.