Economía

El BCE teme que la creación de un presupuesto europeo enfade a los contribuyentes 'ricos'

Peter Praet, economista jefe del BCE, Reuters

Peter Praet, miembro del consejo ejecutivo del Banco Central Europeo, ha señalado en una entrevista con el diario Les Echos, que la idea de un presupuesto europeo real podría tener puntos positivos, pero también podría cansar a los contribuyentes de los países que realizasen las mayores transferencias de renta.

Peter Praet, nacido en Renania del Norte (Alemania) y educado en Bruselas (Bélgica), es también el economista jefe del Banco Central Europeo. En la entrevista realizada por el diario francés ha mostrado cierto escepticismo a la hora de valorar el éxito de un presupuesto común para la Eurozona. 

"La cuestión es saber que función se le asignaría a un presupuesto para el área euro. Personalmente, yo creo que la función de estabilizador para países que afrontan shocks económicos es atractiva si se mira a la teoría económica, pero soy escéptico a nivel político", destaca el economista.

¿Un presupuesto común?

Durante y tras la última crisis, decenas de economistas han defendido la creación de un presupuesto importante para la Eurozona con el objetivo de amortiguar los desequilibrios dentro del euro. Es decir, la  creación de un sistema de transferencias para que los países más 'sanos' puedan ayudar a corregir los shocks a los que sufran mayores problemas de desempleo, deuda o cualquier otro desequilibrio. 

Sin embargo, Praet ha comentado que este tipo de presupuesto puede ser peligroso: "El miedo es que las transferencias se realicen siempre en la misma dirección y que los contribuyentes de los países que ofrecen este apoyo no estén de acuerdo con ello".

Países como Alemania o Países Bajos son candidatos a realizar el mayor esfuerzo relativo para financiar este presupuesto. Estos países han disfrutado de superávits por cuenta corriente que se han ampliado con la puesta en marcha del euro. Ahora, sus niveles de paro o deuda pública son inferiores a la media del área euro, a la par que sus bienes y servicios han ganado cuota de mercado.

Pero al ser preguntado por la debilidad del euro y su efecto sobre la economía alemana, Praet asegura que "antes de la crisis había marcadas diferencias en los costes salariales y competitividad, especialmente en Grecia. Estas diferencias han creado graves tensiones en la zona euro. Los ajustes del desequilibrio macroeconómico no se realizan a través del tipo de cambio en la unión monetaria. Por eso es esencial que mercado de trabajo, de bienes y de servicios funcionen bien".

Para defensa sí

Aún así, Praet reconoce que "un presupuesto común que pueda permitir algunos servicios púbicos, como la seguridad y la defensa, se financien de forma más eficiente".

Por otro lado, "en la zona euro uno de los problemas más urgentes y que debe abordarse es la falta de convergencia real de las economía. Un mercado de trabajo demasiado rígido en algunos países puede, por ejemplo, impedir el buen funcionamiento de la unión monetaria". 

De modo que Praet incide en la necesidad de seguir realizando reformas estructurales para lograr un funcionamiento coordinado de la zona euro y evitar que se produzcan shocks económicos asimétricos como se han producido durante la última crisis entre los países del norte y centro de la zona euro y los del sur. 

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